Apertura al alza en Wall Street, tras las fuertes pérdidas que se registraron ayer. El Dow Jones sube un 0,31%, el S&P 500, un 0,61% y el Nasdaq, un 1,15%.
Con el Dow Jones en los 24.615,56 puntos, la mayor subida del índice es la de Boeing, que repunta un 2,32%; por delante de Microsoft y de Apple, que repuntan un 1,46% y un 1,29%, respectivamente.
Por el contrario, el mayor descenso es el de Coca-Cola, que cede un 0,75%; seguido de J&J, que se deje un 0,72%, y de Pfizer, que baja un 0,71%.
A pesar de que algunas de las tecnológicas rebotan, las conocidas como FAANG continúan en mercado bajista, al haber perdido más de un 20% desde sus máximos del año.
Así, los avances que hoy se registran en Wall Street contrastan con los retrocesos de la sesión de ayer, en la que el Dow Jones y el S&P 500 entraron en terreno negativo para el conjunto de 2018, al depreciarse un 1,03% y un 1,19%, respectivamente, desde enero.
En una semana en la que el jueves los mercados estadounidenses permanecerán cerrados por ser Acción de Gracias, mientras que el viernes sólo permanecerán abiertos media jornada, el Dow Jones ya acumula un descenso del 3,73%, por el 3,45% del S&P 500 y del 4,95% del Nasdaq.
Ni la estadística, que favorece el comportamiento de las bolsas estadounidenses en la semana de Acción de Gracias, ha podido cambiar esta dinámica. Es más, este es el peor comienzo de las bolsas estadounidenses en una semana de Acción de Gracias desde 1973. Los analistas de Link Securities advierten de que “una vez comprobado que la temporada de resultados empresariales no ha podido ejercer como tal, el único catalizador que vemos capaz de hacer girar los mercados de valores al alza sería un significativo acercamiento de posturas entre EEUU y China que disminuyera la tensión en materia comercial y política”.
En el apartado macroeconómico, hoy se ha conocido que el número de estadounidenses que presentaron nuevas solicitudes de subsidios por desempleo subió la semana pasada a un máximo de más de cuatro meses. En concreto, las peticiones subieron en 3.000, hasta las 224.000 la semana que terminó el 17 de noviembre, según ha informado hoy el Departamento del Trabajo.
El incremento contrasta con las previsiones de los analistas que esperaban una reducción hasta las 215.000 solicitudes.
Por otro lado, el Departamento de Comercio ha informado hoy de los pedidos de bienes duraderos retrocedieron un 4,4% en octubre, el mayor descenso desde julio de 2017, ante la reducción del 12,2% de la demanda por equipamiento de transporte.
Descontando los pedidos del sector de defensa y acciones, las peticiones de bienes duraderos subyacentes no registraron ninguna variación en comparación mensual, después de retroceder un 0,5% en septiembre, según los datos revisados. La congelación del crecimiento se produce en contra de las estimaciones de los analistas, que preveían un aumento del 0,2%.
En comparación anual, registraron un crecimiento del 6,4%.
Por su parte, los envíos de bienes de capital subyacente aumentaron un 0,3% en octubre tras la caída del 0,2% del mes anterior.
En EEUU también se publicará el informe de confianza de los consumidores de la Universidad de Michigan preliminar de noviembre, cuya previsión es que se mantenga en los 98,3 puntos.
En la apertura de la sesión en Wall Street, el euro repunta frente al dólar y se intercambia a 1,140 billetes verdes.
En el mercado de materias primas, los precios del petróleo también rebotan después de que ayer cayeran un 7%, ante el temor a una ralentización de la economía global que reduzca el crecimiento de la demanda de crudo y afecte al equilibrio con la oferta. De esta forma, el Brent de referencia en Europa sube un 1,50%, hasta los 63,48 dólares por barril, al tiempo que el West Texas estadounidense avanza un 2,15%, hasta los 54,56 dólares.
Ayer, el presidente Donald Trump dijo que Estados Unidos seguirá siendo un "socio firme" de Arabia Saudita, pese a que el príncipe heredero Mohammed bin Salman haya podido tener conocimiento del plan para asesinar al periodista disidente Jamal Khashoggi el mes pasado.
En un desafío a la intensa presión de los legisladores estadounidenses para imponer sanciones más duras a Arabia Saudita, Trump agregó que no cancelaría los contratos militares con Riad puesto que considera que sería una medida "tonta" que sólo beneficiaría a Rusia y China.