“... A cambio de un total de 183.865.778 acciones comunes (valoradas en 12.000 millones de dólares según la media de precios de cierre de los seis días anteriores al 18 de febrero, es decir, 65,26 dólares por título) y 4.000 millones de dólares en efectivo... y adicionalmente, 45.966.444 acciones restringidas a los empleados de WhatsApp (valoradas en 3.000 millones de dólares)”. Este párrafo, fragmento del acuerdo definitivo bajo el cual Facebook compra la compañía de mensajería instantánea, sirve como punto de partida a un interesante comentario sobre el sector tecnológico y el mercado en general elaborado por Joseph Y. Calhoun III, consejero delegado (CEO) de Alhambra Investment Partners.

Recuerda este experto que WhatsApp es una “compañía que proporciona una aplicación de mensajería móvil multiplataforma que permite el intercambio de mensajes sin tener que pagar por SMS (…) el servicio es gratis el primer año y costará sólo 1 dólar anual después, aunque aparentemente no muchos de sus 450 millones de usuarios pagan, ya que las estimaciones de ingresos que manejo pasan por un rango de 20 millones de dólares al ejercicio. El acuerdo no incluye patentes por la sencilla razón de que el grupo parece no tener ninguna. Lo que sí tiene, en abundancia, es la métrica favorita de los analistas de Internet de los 90: está en el punto de mira de todo el mundo. Supongo que no debería sorprendernos, pues nada menos que Henry Blodget (fundador y editor de Business Insider) ha llamado la atención sobre la operación y la ha calificado como 'brillante'. Es el mismo Blodget al que se le prohibió trabajar en renta variable por inflar los valores de Internet, así que supongo que no ha cambiado mucho en los últimos 15 años”.

Ahora, continúa Calhoun, “quizá éste sea un gran acuerdo para Facebook. Yo no soy más que un vejestorio, no uso WhatsApp, así que probablemente me estoy perdiendo algo. La gente que conozco que sí lo emplea lo ama, ha conseguido un gran número de clientes en cinco años y añade un millón diario, eso parece impresionante. Pero ¿19.000 millones de dólares por una empresa con 55 empleados y 20 millones de dólares de ingresos? ¿por una compañía sin protección de patentes? ¿por un grupo cuya mayor ventaja (evitar el pago por SMS) se ve 'eclipsada' por la oferta de mensajes de texto gratuitos por parte de las principales operadoras? ¿por una sociedad que cuenta con un gran número de competidores en una industria con pocas barreras de entrada? Espero, por el bien de los accionistas de la corporación de Mark Zuckerberg, que sí, que me esté perdiendo algo grande. Muy grande”.

Opina este analista que, más interesante que los detalles del acuerdo, lo relevante es lo que éste dice sobre el estado de los mercados. “Las redes sociales y otras acciones tecnológicas pueden no estar en una burbuja, pero con una capitalización de mercado cercana a los 175.000 millones de dólares Facebook es ahora más cara que Disney, McDonald's, Amazon, Coca-Cola, Visa, Hewlett-Packard y Starbucks combinadas (…). Saque sus propias conclusiones y llame a este fenómeno como prefiera...”, afirma tajante. “Y cuando se tiene un título tan altamente valorado por el mercado, probablemente tiene sentido cambiarlo por algo (aparentemente cualquier cosa) antes de que el mercado recupere lo que le ha conferido con tanta generosidad”, advierte. “Puede que al QE no haya devaluado el dólar”, pero si Facebook gasta tanto dinero en comprar una empresa con ingresos de 20 millones de dólares anuales y “un montón de esperanza y bombo, entonces seguramente ha devaluado algo. Muy posiblemente el sentido común”.

Puede que no sea destacable el hecho de que la actividad de fusiones y adquisiciones (M&A) en el sector tecnológico en el último mes y medio haya repuntado un 40% respecto al año pasado y alcanzado el nivel más alto en 14 años, fenómeno que se “alinea 'bien' con una burbuja puntocom”. Quizá, señala Calhoun, este comportamiento semejante al de una burbuja “no signifique nada. Después de todo, la Fed nos dice que una burbuja sólo puede ser identificada y tratada tras producirse ¿Y quién soy yo para discutir con el mercado o con Mark Zuckerberg? Yo no inventé la mayor pérdida de tiempo de la historia (…) capaz de reducir la productividad de una nación entera. Ni siquiera me retiré de Harvard...”, ironiza.

Pero, después de todo, concluye: “No me gusta el término burbuja, prefiero el de histeria colectiva inducida monetariamente, pero probablemente esto incluya una pequeña crítica. En cualquier caso, los mercados son eficientes (alguien ganó un Premio Nobel el año pasado por decirlo) y si dicen que WhatsApp vale 19.000 millones de dólares, bueno pues exactamente eso es lo que vale de todos modos (…) No tengo ni idea de si este acuerdo 'funcionará' para Facebook en el largo plazo. Quizá simplemente no entiendo la situación y el hecho de que este tipo de compañías coticen a dígitos de tres múltiplos tiene perfecto sentido. Tal vez no resulte como la compra de Hotmail por parte de Microsoft o el acuerdo AOL/Time Warner... Quizá WhatsApp (y Facebook para el caso) no sea el nuevo MySpace. Como mínimo, sin embargo, debería hacernos pensar si no hay algo que huele mal en nuestra economía”.

Y, se pregunta: “¿Si esto es realmente una burbuja, por qué nos encontramos ante la tercera en 15 años. Hubo un tiempo que fueron raros fenómenos, que ocurrían una vez por generación... No surgen de la nada (…) son resultado de nuestras políticas económicas (…) la QE y el resto de políticas de dinero fácil no son gratis, como descubrimos en 2008. Hemos hablado muchas veces que el efecto de la QE es psicológico y, ciertamente, ha sido eficaz a la hora de acelerar lo que Keynes llamaba los 'espíritus animales'. ¿Marcará este acuerdo el techo? No lo sé, pero me parece que no puedo evitar la sensación de que ya he visto esta película antes y se cómo termina. Llámenlo simplemente un pequeño déjà vu”.

Dan que pensar las palabras de Calhoun, pero el mercado no para y apenas nos deja tiempo para hacerlo... Así, si miramos a la estricta actualidad de las bolsas vemos cómo la renta variable del Viejo Continente cotiza con saldo mixto a media mañana, tras conocerse un IFO en Alemania mejor de lo esperado. En concreto, el Ibex 35 se anota un 0,37%, hasta los 10.108 puntos, tras la decisión de Moody's de mejorar su rating el viernes por la noche y colocar su perspectiva en positiva.

Sara Carbonell