"'Los Beatles no tienen futuro en el mundo del espectáculo', aseguró un ejecutivo de la discográfica Decca rechazando así la oportunidad de firmar con el grupo de Liverpool en 1962. 'Los grupos han pasado a la historia y más si son de cuatro integrantes', apuntó antes de contratar a Brian Poole y Tremelo en su lugar”. De esta forma comienza un artículo de Matthew Lynn, director ejecutivo de Strategy Economics, en MarketWatch, en el que reflexiona qué errores como éste bastan para pensárselo dos veces antes de predecir, como hacen muchas firmas de análisis, lo que ocurrirá en 2014.
A pesar de ser consciente del “riesgo”, Lynn se “lanza a la piscina” y señala que el próximo año “la Reserva Federal (Fed) seguirá desmantelando la flexibilización cuantitativa, el Gobierno italiano se hundirá y los franceses introducirán nuevos impuestos 'locos'”. Todo esto, según el experto británico, “se da por sentado”, pero no se queda ahí y apunta que hay seis cosas más que nos pueden coger por sorpresa:
1. La OPEP podría valorar el petróleo en bitcoins: se ha especulado durante meses sobre si los bitcoins pueden ser aceptados como moneda de curso legal por una importante nación desarrollada, si los chinos la aceptarán o no, o bien si los grandes minoristas de Internet optarán por ellas en lugar de las monedas convencionales. No obstante, el gran avance para el “dinero digital” es más probable que provenga de cártel petrolero.
2. Apple luchará por hacerse con Sony: hace dos décadas, Sony fabricaba todo lo que estaba de moda, pero decidió que tenía que dar un paso más y controlar también el software para mantener el éxito. Hoy por hoy Apple ocupa su lugar y de todos es sabido que se está quedando sin innovaciones. Por ello, no pasará mucho tiempo hasta el equipo de Tim Cook llegue a la conclusión que necesita contenido para tantos iPads, iPods e iWatches. ¿Qué pasaría entonces si Apple se decidiera a comprar a la decrépita Sony? El mercado valora la japonesa en 18.000 millones de dólares, calderilla para la compañía de la manzana.
3. Francia podría invadir Siria. La economía gala está en serios problemas y las encuestas muestran el desencanto del electorado con François Hollande. Francia necesita profunda reformas y volver a controlar su moneda, pero... ¿cómo renunciar al Euro? La salida para Hollande pasa por lo que siempre han hecho los países cuando han tenido que distraer a sus ciudadanos de los problemas internos: una guerra. Hollande ya ha dado muestras de su talante belicoso al enviar tropas a Mali y a la República Central Africana, pero necesitará más para evitar que los franceses empiece a preguntarse por qué la economía está en recesión cuando Reino Unido y Alemania han vuelto a crecer... ¿Y si invadimos Siria?, se preguntará Hollande.
4. Italia reestructurará su deuda: el país transalpino ha sido tradicionalmente conocido por su alta inflación. No así ahora cuando se redujo hasta el 0,6% en noviembre, una cifra por debajo de la de Estados Unidos, Reino Unido o Alemania. Este nivel la deja a un paso de la deflación. Además, tiene uno de los ratios deuda/PIB más altos del mundo: 126%. La caída de los precios y una deuda masiva son la combinación más letal para una economía, por eso se verá obligada a reestructurarse a final de año, y al ser el tercer mercado de bonos del mundo, la conmoción hará tambalearse al sistema financiero.
5. Sudáfrica desencadenará una crisis en los mercados emergentes: no hace mucho tiempo el país africano estaba llamado a convertirse en la S de los BRICS, junto a Brasil, Rusia, India y China. Con su moneda, el rand, en fuerte descenso, y con un déficit presupuestario y comercial en continuo aumento, además de una desaceleración en su crecimiento, difícilmente puede pretender seguir reclamando su pertenencia a este “club” en estos momentos. En algún momento de 2014, las agencias de rating rebajarán su calificación, el dinero huirá y el país se verá inmerso en una crisis financiera, que desencadenará una liquidación más amplia en los mercados emergentes.
6. Europa se enfrentará a una crisis constitucional: en el Viejo Continente, desde hace mucho tiempo, las elecciones al Parlamento Europeo apenas despiertan interés. Sin embargo, las elecciones de 2014 van a ser distintas. Una generación de partidos hostiles a la Unión Europea (UE) conseguirán grandes victorias, como el Partido Británico de la Independencia, el Frente Nacional francés, Alternativa para Alemania y el Partido de la Libertad de Holanda. Se constituirán en mayoría. El parlamento tiene más poder de lo que casi todo el mundo cree, sólo que hasta ahora lo controlaban los defensores de la UE y han apoyado a la Comisión. Una nueva mayoría anti UE no será tan pasiva. Rechazará presupuestos, bloqueará leyes y vetará el nombramiento de comisarios. Tras las elecciones, la UE se encontrará en una crisis constitucional, y la moneda será la primera víctima.
María Díaz