A la vista de un gráfico del oro, y según por donde tracemos la "línea clavicular" o "neckline" de la formación, unos dirán que tenemos una formación en "cabeza y hombros" confirmada y otros no lo verán tan claro. Si quieren mi opinión, yo no tengo tan claro que se haya confirmado la pauta. Sobre todo porque, si tomo los $1.291 como el último mínimo de reacción en el que se ha apoyado el precio en su último gran rebote, resulta que sí es verdad que el pasado martes el precio se colocó por debajo de la "neckline" de la formación, dando forma así a una figura de implicaciones bajistas con objetivo de caída en los mínimos anuales ($1.179,83). Pero claro, el miércoles pasado el precio se colocaba de nuevo con holgura por encima de la línea clavicular, haciéndonos dudar de la pauta comentada.
Además, no es fácil encontrarse figuras en "cabeza y hombros" de continuidad bajista. Lo cierto es que prefiero verlas al final de un fuerte rebote y no después de fuertes caídas. En cualquier caso, ahora lo niveles a vigilar son dos, los $1.277,30 como zona de soporte y los $1.352,15 como resistencia. La perforación del primer nivel de soporte en precios de cierre nos haría apostar por un desenlace bajista en el "metal precioso" con objetivo en los mínimos anuales, mientras que la superación de la resistencia mencionada daría definitivamente al traste con la potencial pauta en "cabeza y hombros".
José María Rodríguez