Es cierto que en una semana el Euro/Dólar se nos ha desplomado desde los 1,3993 hasta los 1,3646. Ha sido una corrección importantes eso es innegable. Pero de ahí a pensar que el cruce ha cambiado de tendencia va un mundo. Obsérvese cómo desde el pasado mes de octubre el cruce parece estar encajado dentro de un perfecto triángulo dibujando mínimos y máximos crecientes. Aunque es cierto también que pudiera ser que el cruce estuviera intentado dar forma a una potencial “cuña” alcista (de implicaciones bajistas). Pero esto es algo que ahora mismo no es tan importante como el hecho de que, nuevamente, tengamos al subyacente rebotando desde un nivel de soporte más o menos previsible, la zona de los 1,3670 (la base de esa potencial formación en “cuña”). Dicho esto, lo cierto es que en el corto plazo da la sensación de que el cruce podría intentar recuperar posiciones y no tanto de continuar con las caídas. Así, la primera zona de resistencia que encuentro la tenemos en los 1,3772 (mínimos de la sesión del 30 de abril).
JM.R.
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