Los motivos pasan por el cierre gubernamental de algunas administraciones de EEUU por la falta de acuerdo con el Partido Demócrata en los presupuestos, la desaceleración económica mundial de la que está alertando el consenso y los organismos internacionales y los ataques de Donald Trump contra el presidente de la Reserva Federal, Jerome Powell. Al magnate de Nueva York le sobra Powell y ya ha firmado que lo destituirá por “falta de tacto con el mercado” y no comprender la actual situación de EEUU en cuanto a las negocios comerciales con China.

Lo cierto es que estas correcciones en el principal mercado de renta variable del mundo son una losa sobre el resto de bolsas mundiales y sólo se ven cifras en verde a final de año en el índice brasileño, el Bovespa, y en la bolsa de India y Arabia Saudí. Sólo hace falta recordar que el Ibex 35 acumula un desplome anual del 15,5% y el Dax 30 un 17,7%. Los expertos hablan de que los índices estadounidenses pueden ampliar sus descensos un 15% hasta llegar a zonas de soporte.

 

 

Sin embargo, la estadística es positiva para la renta variable estadounidense. El S&P ha reaccionado al alza en 16 de las 20 ocasiones en las que ha caído más de un 10% en el siguiente cuatrimestre y también en el siguiente año. De media tras una corrección de estas dimensiones se ha revalorizado un 5% en los siguiente cuatro meses desde 1946.

Ante estos ‘números rojos’ muchos inversores se preguntan dónde buscar refugio para sus inversiones. En el corto plazo, el oro lo hace bien y acumula una rentabilidad superior al 5% en los últimos tres meses mientras Wall Street y las bolsas en general iban acumulando caídas. Los futuros sobre el oro, sin embargo, cerrarán 2018 con un descenso en torno al 4,5%. Mientras que el dólar contra el euro también ha sido una de las mejores inversiones en el año que termina con una apreciación del 5,45%.

Ocho de cada diez veces que el S&P 500 ha corregido un 10% ha cerrado el siguiente año en positivo

El petróleo, por su parte, cotiza en mínimos desde junio de 2017 y se desploma un 19% en 2018. La liquidez es otra de las estrategias que están siguiendo muchos gestores de fondos, como asegura la encuesta de Bank of America Merrill Lynch del mes de septiembre. Los gestores de fondos incrementaron ese mes los niveles de efectivo en su cartera hasta máximos de 18 meses con la expectativa de crecimiento económico en su nivel más bajo desde 2012. Es por ello que el efectivo es el activo más “sobreponderado” para el 36% de los encuestados.

Renta fija: tramos cortos o corporativa

La renta fija aguanta en los tramos cortos de la curva. Las letras a tres meses del Tesoro de EEUU han aumentado su rendimiento 99 puntos básicos en 2018 con una rentabilidad del 2,39% frente a la rentabilidad del bono a diez años del 2,74%. Tanto el dos años como el diez años corrigen también si se mira su rendimiento en los últimos tres meses.

En lo que va de año, el bono a dos años de EEUU logra aumentar su rendimiento 67,4 puntos porcentuales y el diez años 33 puntos, por lo que sobrevuela en el mercado la idea del aplanamiento de la curva de tipos en EEUU, lo que supone una recesión próxima según la teoría económica clásica.

En Europa, la renta fija con algo de valor hay que buscarla entre la deuda corporativa, dado que las políticas del Banco Central Europeo (BCE) han dejado con cifras exiguas su rendimiento pese a la volatilidad y el ruido que generan el Brexit o el Gobierno de Italia.

“Nos gusta Ibercaja, que está pagando rentabilidades cercanas al 9%. Ibercaja va a salir a bolsa en poco tiempo y creemos que hará lo mismo que hizo Unicaja cuando dio el saltó al parqué con una ampliación de capital. Los bonistas nos veremos reforzados ante una ampliación de capital”, comenta Rafael Valera, consejero delegado de Buy and Hold, en una entrevista reciente con Estrategias de Inversión.

“En telecos tenemos dos bonos que nos gustan bastante, que es Telecom Italia y Telefónica. Los dos en deuda subordinada a largo plazo. Son casos diferentes pero en el caso de Telefónica está haciendo esfuerzos de desapalancamiento muy importantes y ahí pensamos que puede haber una reducción de diferencial, está pagando tipos por encima del 4%”, sentencia Valera.