Los principales índices de Wall Street abren la jornada a la baja después de que los datos de la vacuna COVID-19 de Johnson & Johnson dañaran la confianza y aumentaran las preocupaciones sobre un creciente enfrentamiento entre los fondos de cobertura y los inversores minoristas.
Johnson & Johnson ha informado hoy de que su vacuna de dosis única tenía una eficacia del 72% para prevenir el COVID-19 en Estados Unidos, pero que observó una tasa del 66% a nivel mundial en un gran ensayo realizado en tres continentes y contra múltiples variantes.
En el ensayo de casi 44.000 voluntarios, el nivel de protección contra COVID-19 moderado y severo fue del 66% en América Latina y solo del 57% en Sudáfrica, donde circula una variante particularmente preocupante del coronavirus.
Los resultados se comparan con la vara alta establecida por dos vacunas autorizadas de Pfizer/BioNTech y Moderna, que tuvieron una efectividad de alrededor del 95% en la prevención de enfermedades sintomáticas en ensayos fundamentales cuando se administraron en dos dosis.
Sin embargo, esos ensayos se llevaron a cabo principalmente en los Estados Unidos, antes de la propagación de las nuevas variantes que ahora son el centro de atención. El objetivo principal del estudio de J&J fue la prevención del COVID-19 de moderado a grave.
En cuanto a la política económica estadounidense, la Administración de Biden estaría planeando llevar a la Cámara de Representantes un primer paquete de ayudas a la economía y dejar para más adelante las cuestiones con mayor oposición. En este sentido, Nancy Pelosi, líder de los demócratas en la Cámara de Representantes no descarta ninguna herramienta para aprobar los estímulos y anunció una reunión a finales de esta semana para firmar la resolución de los presupuestos.
Desde Allianz Global Investors señalan que, "en estos momentos los índices de precios de Europa, EE. UU. y Japón se sitúan muy por debajo del objetivo del 2% fijado por la mayoría de los principales bancos centrales" y añaden que en EE.UU. podría superar la cota del 2% entre abril y mayo, lo que generaría turbulencias de mercado para los inversores incautos.
Los analistas de Link Securities atribuyen las revalorizaciones exponenciales de algunos valores y su posterior estrangulamiento a un cierre precipitado de posiciones cortas. "Lo más preocupante es el hecho de que algunos hedge funds especializados en sacar partido de compañías que atraviesan por dificultades acumulando importantes posiciones cortas en ellas están teniendo muchos problemas" tras verse obligados a deshacer otras posiciones largas para reducir riesgo, lo cual podría justificar, en parte, los descensos en las cotizaciones de muchos valores.
Además, según Reuters, el PIB de Estados Unidos creció 4% a tasa anualizada en el cuarto trimestre, en línea con las proyecciones del mercado, aunque en la totalidad del 2020 la economía se contrajo un 3,5%, el peor desempeño desde 1946.
En el terreno sanitario, según informa la CNBC, la empresa biotecnológica Novavax que su vacuna contra el coronavirus ha sido efectiva en más del 89% en su ensayo clínico de fase tres realizado en el Reino Unido.
Los descensos de Wall Street se producen mientras continúa la temporada de presentación de resultados.
Eli Lilly ha publicado recientemente sus cuentas cuyos ingresos han superado las previsiones tras alcanzar los 7,44 billones de dólares.
Johnson Controls cierra el cuarto trimestre de 2020 con un BPA del 0,43 y unos ingresos de 5,43 B$.
Phillips presenta un BPA negativo al cierre de sus cuentas (-1,16) y sus ventas han ascendido hasta casi los 17 billones.
McDonald's anunció ayer ligeros recortes del 0,09% al cierre, aunque destaca su buena evolución en Estados Unidos.
En el sector aerolíneas, ayer le tocó rendir cuentas ante el mercado a American Airlines Group cuyas cifras del cuarto trimestre avanzaron un 9,3%. No obstante la compañía prevé caídas en las ventas desde el 60 hasta el 65% para el primer trimestre de este año.
Por su parte, la industria petrolera de EE.UU. está buscando forjar una alianza con los productores de maíz y biocombustibles, para presionar contra el impulso de la administración Biden por los vehículos eléctricos, según señalas los analistas de Alpha Value.
El gasto del consumidor en Estados Unidos disminuyó en diciembre, por segundo mes consecutivo, en medio de nuevas restricciones para la contención del COVID-19 y tras la expiración temporal de las ayudas estatales para millones de personas sin ingresos.
Según los datos publicados hoy por el Departamento de Comercio, el gasto del consumidor, responsable por más de dos tercios de la actividad económica del país, bajó un 0,2% el mes pasado tras caer un 0,7% en noviembre.
Economistas consultados por Reuters habían previsto que el gasto del consumidor bajara un 0,4% en diciembre.
En Estados Unidos también se publicarán los datos finales de enero con la confianza consumidora de la Universidad de Michigan.