En España no nos es ajena ni mucho menos la expresión “nueva normalidad”. El gobierno la utilizó hasta que cayó en desuso a lo largo y ancho de la primera parte de la pandemia, aunque en realidad lo que todos queríamos, Moncloa incluida claro, era volver a lo de antes, recobrar no la nueva, sino la normalidad a secas, que como todo lo sencillo, suele ser lo mejor.
Ahora quien resucita la expresión es nada más y nada menos que Jerome Powell, el presidente de la Reserva Federal de Estados Unidos. El de la inflación transitoria durante el tiempo en el que los precios ya empezaban a impactar sobre la economía estadounidense con los tipos de la Fed en negativo. El pasado viernes hablaba en un evento de la “nueva normalidad” no para hablar de pandemia, aunque la Covid, por desgracia, sigue en nuestras vidas, sino para referirse al estado actual de la economía estadounidense de bajo crecimiento e inflación por las nubes.
Y a los mercados financieros, y en concreto al NASDAQ 100, lo que le ha traído la nueva normalidad son caídas del 5% semanales, en su quinta semana a la baja, profundizando en el mercado bajista y en sus recortes anuales que superan el 30,7%.
Desde los máximos de principios de año, el Nasdaq 100 pierde ya un 31%, porque sus niveles actuales, en los 11.311, rayan lo peor del ejercicio. De hecho, en la última semana las caídas alcanzan el 4,64%, y en el mes son del 10,27% para el indicador selectivo tecnológico y de innovación. En el trimestre las pérdidas se reducen al 6,5% y, en lo que va de año, alcanzan ese 30,7% al que hacíamos referencia.
Esta semana que hoy empieza se presenta tranquila en Wall Street sobre el papel, pero es probable que con el reverdecido miedo a la recesión no lo sea. Entre lo que esperamos, el dato estrella llegará el viernes con el informe de gastos e ingresos personales, que presenta cifras de inflación del PCE, los de consumo personal que tanto sigue Powell, porque es, en ese IPC en el que se basa la Reserva Federal para establecer sus objetivos de inflación.
Mientras tanto, el discurrir del indicador mantiene el sentimiento negativo, más si cabe tras la apuesta de Goldman Sachs a la baja sobre el S&P 500 para lo que queda de año. Y sobre todo por las subidas de tipos. A pesar de la resiliencia mostrada hasta ahora por la economía americana, lo que temen de verdad los mercados es que esa Fed “hawkish” de verdad encamine a Estados Unidos a la recesión con sus abruptas subidas.
Y la mayor lectura la encabezan las Big Tech dentro del Nasdaq. Y es que, tras la recuperación trimestral, los grandes vuelven a la baja. Es el caso de Apple, con su más del 15% de descenso anual.
Pero también de Amazon con un 33% de recortes, Alphabet-A con más de un 31% a la baja, el 21% de Tesla, Microsoft con un 20,5%. Sin olvidarnos de Meta (Facebook) con un 60% de caída en 2022 y de Netflix con un 61,7%. De hecho, en el Nasdaq 100 ahora mismo solo hay 10 valores que se mueven en lo que va de año al alza, y solo 4 de ellos, suben por encima del 10%.
El rey absoluto es Vertex Pharmaceu que se revaloriza un 29% anual y un 54% interanual. Se trata de una compañía biotecnológica, que trata desde infecciones virales a distintos tipos de cáncer con sus fármacos, lo que le saca del espectro tecno habitual del indicador, de ahí sus ganancias en lo que va de año, tras la pandemia, con un sector como el suyo, revitalizado.
