El Economista se hace eco hoy de una circular del Banco de España (BdE), que ha fijado un calendario estricto para que los bancos ajusten las valoraciones de los inmuebles que tienen en cartera al precio de mercado actual. Las entidades deben actualizar sus tasaciones y las que no lo hagan se verán penalizarán con más provisiones.

Para los préstamos sanos, se exigirá tasar de nuevo cada tres años las viviendas que les sirven de aval y cada año si la garantía son inmuebles para usos comerciales. Si el crédito es moroso, subestándar o se va a refinanciar: la tasación no debe tener más de un año, con independencia del tipo de inmueble que respalde la operación.

Si el piso o local está ya en manos de la entidad porque lo ha recibido al ejecutar una deuda, el supervisor impone una tasación “individual completa” cada tres años, frente a la posibilidad de utilizar modelos estadísticos o “catas” para la revisión de los activos que avalan préstamos, explica el diario.

M.G.