Wall Street esperaba la creación de un millón de empleos en Estados Unidosen abril, aunque finalmente el mercado laboral sólo logró generar 266.000 puestos de trabajo el pasado mes, lo que supuso además un ligero aumento de la tasa de paro hasta el 6,1%. Asimismo, la semana pasada la cifra de solicitudes de prestación por desempleo siguió en descenso y se descolgó de las 500.000 por primera vez desde el inicio de la crisis del coronavirus, en marzo de 2020.
Esto hizo a los analistas despejar, por el momento, los temores a un aumento de la inflación en el corto plazo después de que a mitad de semana la secretaria del Tesoro de EEUU, Janet Yellen, provocase cierto alboroto con unas declaraciones, luego matizadas, que los analistas e inversores de Wall Street interpretaron como el augurio de un cambio en la política monetaria. Sin embargo, la incertidumbre y el runrún siguen presentes entre los inversores que este lunes castigaron, en gran medida, a los valores tecnológicos y por arrastre al índice tecnológico Nasdaq.
Todo ello después de que EEUU haya vacunado ya a 100 millones de personas, con un tercio de su población completamente inmunizada, de acuerdo con los últimos datos de los Centros de Control y Prevención de Enfermedades del país (CDC, en inglés). Al ritmo actual de vacunación, la presión sobre la Reserva Federal se irá incrementando si se ven indicios de subida de precios en la economía estadounidense. La Fed tiene como objetivo elevar por encima del 2% la inflación con el propósito de que esto genere crecimiento económico.
Con todo, Wall Street está en un gran momento de forma en sus principales índices bursátiles. Los inversores han descontado ya en los precios la recuperación económica y, en este contexto, sobreponderan activos ligados al ciclo económico frente a los ganadores de 2020 como las tecnológicas. Este lunes, el Dow Jones alcanzó la cifra de los 35.000 puntos en un máximos intradía.
“El dólar, en este contexto, debería apreciarse. Estamos en un proceso de formación de suelo. Los tipos de interés deberían subir y los bonos, retroceder. Así se daría credibilidad a las cuentas públicas. Las bolsas, que han recogido la recuperación, deberían empezar a consolidarse. Esto es un enfoque a corto y medio plazo, no es algo que vaya a ocurrir mañana mismo”, comenta Luis Francisco Ruiz, director de análisis de Estrategias de Inversión.
Sólo un valor suspendido
Los indicadores técnicos de Estrategias de Inversión muestran que 29 de 30 compañías del Dow Jones lucen puntuaciones de aprobado, por lo que serían aptas para una inversión gracias a su buen momento técnico, excepto las acciones de la farmacéutica Merck. Los indicadores técnicos de Estrategias de Inversión puntúan a las acciones en función de su tendencia, su volumen, su volatilidad -rango de amplitud- y su momento total. En el caso del S&P sólo 24 compañías lucen notas de suspenso, es decir sólo un 4,8% serían descartables por análisis técnico. En el Dow Jones, el porcentaje es del 3,3%.
Cabe recordar que la ponderación en estos dos índices es diferente: en el S&P 500 se hace como en el Ibex 35, es decir, por capitalización de mercado, mientras que en el caso del Dow Jones se pondera en función del precio de las acciones, dando mayor peso a aquellas acciones que cotizan a un mayor precio, independientemente de como este repartido el capital social de la compañía.
Por tanto, estos datos desmienten que en este momento los máximos históricos estén llegando únicamente gracias al buen hacer de un sector concreto, como pueda haber sido durante mucho tiempo por el empuje de las grandes tecnológicas. A las FAANG no les beneficia que se empiece a hablar de subida de tipos ni apertura económica más rápido de lo previsto; de hecho no están recibiendo tanto apoyo de los inversores en las últimas semanas pese a sus buenos resultados del primer trimestre del año.