La lectura del mercado americano sigue pasando básicamente por lo inmediato. Y el golpe que supone que el presidente de tu país tenga coronavirus a un mes de las presidenciales, integrando grupo de riesgo, y habiendo sido ingresado en un hospital, y con dudas a pesar-o quizá por ello- de los videos que envía Trump desde el centro médico sobre su verdadero estado, da mucho que pensar. Incluso que los médicos hayan indicado que su positivo se conocío antes, con reuniones posteriores y sin medidas de seguridad del presidente. Crucial será a partir de ahora ver la evolución del coronavirus en Donald Trump y cuánto tiempo y en qué condiciones sigue ingresado para marcar la tendencia del mercado.
El Dow Jones minimizó el pasado viernes al cierre las caídas, que no llegaban al medio punto frente al recorte del 1% del S&P y del 2,22% del Nasdaq y dominadas por los recortes de Apple y Microsoft a los que acompañaron Intel o Saleforce. Pero es que la confirmación de que Trump está contagiado de coronavirus coloca en primer plano más incertidumbres: certifica que el virus ha entrado de lleno en la Casa Blanca poniendo en cuestión cómo funcionará el gobierno si el presidente empeora o si hay otros altos miembros de su administración contagiados.
Esta era la evolución concreta de los futuros del Dow Jones una vez se conocía la enfermedad del presidente y su posterior evolución hasta la apertura del mercado, según la CNBC.
Los expertos señalan que esto devuelve a la realidad al mercado, con la vista puesta en la segunda ola del coronavirus y sus efectos en la maquinaria de Washington con las elecciones presidenciales a un mes vista. Pendientes de las negociaciones sobre los estímulos entre Steven Mnuchin el secretario del Tesoro y la líder de la mayoría en el Congreso, Nancy Pelosi. Ésta señalaba el viernes que la enfermedad de Donald Trump cambia las negociaciones, en las que el Congreso demócrata aprobaba el jueves un paquete de ayudas de 2,2 billones de dólares frente a los 1,6 que ofrecen en las medidas de estimulo desde la Casa Blanca.
Y las malas cifras de empleo tampoco han ayudado a una mejora de la lectura del mercado. Un cóctel perfecto que abre la puerta a lo que menos le gusta a los inversores: la incertidumbre de la que huyen a lugares más cálidos, como el oro, de nuevo por encima de los 1.900 dólares la onza. Y es que la única certeza es que la pandemia sigue más presente que nunca y llega al centro neurálgico del poder es un hecho, con el índice de volatilidad de nuevo al alza un 3,5%.
Así el Dow Jones gana un 1,9% en la última semana, pierde 1,60% en el último mes, avanza por encima del 7% en el trimestre precedente y en lo que llevamos de año mantiene un saldo negativo del 3%.
Según nuestros indicadores premium, Dow Jones reduce su nivel de puntuación, en modo consolidación, desde los 9 a los 7 puntos de 10 posibles. Con tendencia a largo plazo alcista, momento total, tanto lento como rápido creciente y volumen, a medio y largo plazo creciente. En el lado negativo nos encontramos con el rango de amplitud, la volatilidad que se mantiene creciente y la tendencia a medio plazo que es bajista.