Sin duda que este no es el año para las criptomonedas y la caída de Bitcoin no es una buena señal para el mercado ni para los mineros. Los mismos se han visto obligados a vender sus tenencias para cubrir sus costes operativos, poniendo en riesgo de una espiral negativa a la criptomoneda según Miguel Arroyo en Criptonoticias.
Nikolaos Panigirtzoglou, analista de la firma financiera JP Morgan, señalo a través de un informe que las empresas mineras que cotizan en bolsa informaron ventas masivas entre mayo y junio de mineros que estaba haciendo hodling.
Panigirtzoglou argumentó que estas ventas pudieron afectar el precio de Bitcoin y esta presión puede continuar.
La minería de Bitcoin está pasando por su peor momento en lo que respecta a rentabilidad. El hashprice, o coste por cada terahash que un minero aporta a la red ronda los 0.07 dólares, un piso mínimo en todo lo que va del año.
Panigirtzoglou indicó que las granjas de minería reducen su rentabilidad gracias a nuevos equipos, los cuales bajan el coste de producción hasta los 15 mil dólares, llegando a incluso sobre los 8 mil dólares, dependiendo del tipo de minería y coste por electricidad que la granja utilice. Dando un impulso a la bajada del precio de Bitcoin.
¿A qué nos referimos con espiral negativa?
Esto hace referencia cuando los hodlers venden sus criptomonedas al verse afectados por la caída del precio e impulsando la corrección aún más. Lo que lleva a que la minería no sea rentable.
En este escenario los mineros serían los principales responsables, ya que junto con los pools de minerías, son históricamente los grandes hodlers del mercado.
Bitcoin cotiza en los 21.000 dólares en el inicio de la semana y la ubicación de las medias móviles, la de 70 periodos por debajo de la de 200 periodos, nos daría una señal bajista.
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