Los dividendos mundiales alcanzan máximos hasta junio gracias a petroleras y bancos

El reparto de dividendos en todo el mundo sigue imparable. Los dividendos mundiales aumentaron un 11,3% en tasa general hasta alcanzar un máximo trimestral histórico de 544.800 millones de dólares en el segundo trimestre de 2022, según el último informe Janus Henderson Global Dividend Index. El crecimiento subyacente fue incluso superior, del 19,1%, tras tener en cuenta la fortaleza del dólar estadounidense y otros factores. El 94% de las empresas aumentaron sus repartos o los mantuvieron estables en el segundo trimestre.

Janus Henderson explica la cifra subyacente se ajusta para tener en cuenta la distorsión que pueden causar los dividendos extraordinarios, las fluctuaciones de los tipos de cambio, el efecto de las empresas que entran y salen de las 1.200 primeras a escala mundial que componen el índice Global Dividend Index y el impacto de los cambios en las fechas de distribución. 

A pesar de la recesión causada por el estallido del Covid-19 en 2020, el reparto de dividendos a nivel mundial ya supera cifras prepandemia. De hecho, según constata la gestora británica la recuperación es tan fuerte que los dividendos están ahora sólo un 2,3% por debajo de la tendencia a largo plazo, que según los expertos de la firma este déficit marginal puede atribuirse “a la reciente solidez del dólar”. La robustez de los datos del segundo trimestre tiene lugar tras un 2021 muy rentable, en el que las empresas disfrutaron de un aumento de las ventas y de los márgenes de beneficio gracias al auge de la demanda tras la pandemia.

Mejora sus previsiones anuales 

Por ello, Janus Henderdon se atreve a mejorar sus previsiones anuales y ahora espera que las retribuciones alcancen en 2022 los 1,56 billones de dólares, frente a los 1,54 billones que había vaticinado el trimestre anterior. Esto se traduce en un crecimiento en tasa general de un 5,8% interanual, equivalente a un 8,5% en tasa subyacente.

Ben Lofthouse, responsable de renta variable global de Janus Henderson, explica que “el segundo trimestre se situó ligeramente por encima de nuestras expectativas, aunque es poco probable que asistamos a un crecimiento tan robusto en el resto del año. Muchas de las alzas fáciles ya se han conseguido, en un momento en que la recuperación tras la pandemia es casi completa. También nos enfrentamos a una economía mundial considerablemente más ralentizada y seguirá enfrentándose al obstáculo que supone la fortaleza del dólar estadounidense”.

Y alerta de que a medida que se acerque 2023, los inversores se dejarán de beneficiar “del favorable efecto de las distribuciones para ponerse al día en la remuneración al accionista tras la pandemia de COVID-19”. Además, la ralentización del crecimiento económico mundial y la probabilidad de que los dividendos de la minería estén rondando máximos “sumarán nuevos obstáculos, aunque es poco probable que los tipos de cambio sean un lastre importante para el crecimiento general de las distribuciones, en vista del impacto de las divisas que se ha observado en los últimos meses. En general, cabe prever que el crecimiento de los dividendos sea más lento el próximo año, a la luz de las perspectivas económicas actuales”, señala.

Sin embargo, cree que los dividendos a nivel mundial pueden seguir creciendo a ritmos del 5 o 6%. “No hay nada que sugiera que los dividendos mundiales no puedan mantener a largo plazo la tasa de crecimiento anual del 5-6% a la que nos hemos acostumbrado. El ciclo económico sube y baja, las fluctuaciones de los tipos de cambio se disipan casi por completo a largo plazo, e incluso el impacto del COVID-19 en los pagos globales ya se ha superado”.

La bolsa española aumenta sus dividendos un 97,7%

Los principales motores regionales de los dividendos del segundo trimestre fueron Europa y el Reino Unido, que mostraron una importante recuperación tras el impacto de la pandemia durante su temporada alta de dividendos del segundo trimestre. En ambas regiones, la remuneración al accionista aumentó casi un 33% en tasa subyacente. 

Puesto que muchas de las empresas europeas (excluido el Reino Unido) solo realizan una distribución al año, el segundo trimestre de 2022 fue la primera vez desde 2019 que pagaron dividendos normales. El levantamiento de las restricciones de los bancos centrales sobre los dividendos bancarios fue especialmente relevante tanto en Europa como en el Reino Unido.

Los grandes aumentos en la remuneración al accionista por parte de los fabricantes de automóviles alemanes también protagonizaron una notable contribución. Entretanto, los repartos suizos y holandeses alcanzaron nuevas cotas. El crecimiento de los dividendos en EEUU, del 8,3%, fue inferior al del resto del mundo, pero aun así trajo consigo un nuevo récord para el país. Los dividendos canadienses también alcanzaron nuevos máximos.

Por su parte, Rafael Bonmatí, director para Iberia en Janus Henderson indica que “mientras que en el conjunto de Europa, los dividendos se dispararon un 28,7%; en España hemos observado cómo en el segundo trimestre, los repartos se duplicaron, alcanzando el 97,7%. Este crecimiento se ha visto impulsado por el sector bancario, que ya no está sujeto a limitaciones por parte de los reguladores. En otros sectores, destaca Inditex que ya está normalizando sus distribuciones tras la pandemia, y ya ha asegurado un dividendo extraordinario de cara a finales de año. Otra de las grandes firmas que estudia el Janus Henderson Global Dividend Index es Telefónica, que recortó su dividendo, reflejando así la reducción del tamaño de su negocio tras la venta de activos”. 

Petroleras y bancos, los sectores más generosos

Las principales tendencias sectoriales se manifestaron a nivel internacional. El aumento de los flujos de efectivo ante los elevados precios del crudo hizo que las petroleras contribuyeran en un 40% al crecimiento del segundo trimestre, con Brasil y Colombia en cabeza. 

Los bancos y otras entidades financieras representaron otro 40%, mientras que los sectores de consumo discrecional, especialmente los fabricantes de automóviles, orquestaron asimismo un sólido avance en sus dividendos. La caída de los dividendos extraordinarios y el notable recorte en el reparto de la operadora de telecomunicaciones AT&T lastraron las cifras de las empresas tecnológicas y de telecomunicaciones, respectivamente.