¿En qué consiste?
“En reproducir sin ningún tipo de diferencia a un índice. Existe una amplia gama de posibilidades, como índices de mercados, sectoriales o regionales, y también de estilo, como estilo valor o crecimiento”, afirma.

“Existe también el ETF sobre materia prima sin necesidad de invertir directamente sobre ella; otros registran el comportamiento de los bonos o divisas”.

Además, “sus comisiones son bastantes más bajas que las de un fondo de inversión. Y la principal característica es que no funcionan con un valor liquidativo único, es decir, replican en completo al Ibex 35. Esto significa que si la bolsa sube un 5% lo puedo coger por la mañana”.


¿Qué ventajas tiene un ETF para un inversor particular?
“Es una gama de activos muy amplias con posibilidades que muchas veces no me dan los fondos, como pueden ser los inversos. Tengo, incluso, apalancados. Son muy sencillos, tienen diversificación enorme. Y tienen una característica muy buena para los amantes del análisis gráfico y es que admiten stop loss, cosa que un fondo de inversión no lo permite porque no se conoce el valor liquidativo hasta que no cierra el mercado”.


¿Qué contras tiene un ETF para un inversor particular?
“Son principalmente fiscales. La no posibilidad de reinversión. Hay, además, ETFs que a veces pagan una derrama, lo que llamaríamos en acciones dividendos”.


¿Dónde cotizan?
“En España, cotizan en la Bolsa de Madrid. Además, en Nueva York y prácticamente en todo el mundo. Eso sí, el ETF que yo pueda comprar en Madrid sea el mismo probablemente que el que puedo encontrar en Wall Street”.


¿Conceden más seguridad los ETFs cubiertos con commodities físicas?
“Normalmente se consideran más seguros los que están y tienen comprados, por ejemplo, oro porque son propietarios de los lingotes. Pero también son más caros luego generan menos rentabilidad. A menor riesgo menor rentabilidad”.