¿Ha sorprendido la rebaja de rating a España?

“Nos hemos visto un poco sorprendidos y es preocupante este tipo de publicaciones, aunque tenemos mayores problemas por los que preocuparnos. Estamos viendo cómo estamos más centrados en otro tipo de indicadores e, incluso, de las subastas”.

La última subasta del Tesoro español ha colocado el máximo previsto, casi 5.500 millones de euros, a un tipo de interés inferior al 2%, ¿esto significa que la tensión se despeja?

“Por lo menos, a corto plazo se han relajado las tensiones que había sobre la deuda periférica. En Grecia todavía se palpa el pequeño miedo que existe en la subasta realizada a 13 semanas. En el caso de España, ha sido alentadora donde se ha visto que se está mejorando la situación dentro de las subastas de deuda. Este es el año que mayor concentración de vencimientos tenemos con lo que podremos ver una serie de subastas importantes.”

¿El petróleo mantendrá su escalada al alza?

“Se espera que siga la escalada al alza de manera progresiva. Ya no vamos a centrarnos tanto en problemas de deuda sistémica, sino en la estrategia militar que podría estar preparando Israel contra Irán de aquí a verano y veremos cómo va a afectar esto en su correlación con las bolsas y las divisas.

Con un ataque armado, el precio del crudo podría dispararse incluso hasta los 200 dólares, nos fijaríamos en la reacción el oro respecto a estos eventos.”

¿La onza de oro también se coloca en tendencia alcista?

“Creemos que la estructura alcista se sigue manteniendo y viendo las demandas que sigue habiendo en China creemos que el precio va a seguir al alza. Además, también como valor refugio y valor alternativo de inversión. Algunos países han realizado compras bastantes altas en oro.

El precio del oro podría llegar a los 2.000 dólares la onza donde podrían producirse muchas órdenes de venta e incluso abrirse otras nuevas. Veremos al oro buscando sus máximos históricos”.

¿Cuál es el papel que están desempeñando los bancos centrales tras el anuncio de compra de activos del BoJ?
“Los bancos centrales están cogiendo esta opción con demasiada facilidad y Japón está haciendo una larga escala de compra de activos para reactivar la economía. El efecto que podemos ver es una escalada bastante fuerte en el dólar/yen, tras una importante apreciación ya del yen, y vemos cómo poco a poco está haciendo unas inyecciones de liquidez suaves.”