De cara al inversor, el experto comenta que “quien tenga posiciones en financieras españolas
de cara al medio y largo plazo no las debería mover pero, quien quiera entrar o aumentar sus posiciones, no debería hacerlo porque habrá oportunidades para comprar a precios muchos más baratos”.

“Las medidas tomadas por la Administración para facilitar la solvencia de las cajas para convertirse en otro tipo de entidades financieras son positivas”, dice Blasco. Además, “limpiarán sus balances, dejando de lado la toxicidad de sus carteras, para mostrarse atractivas al inversor”. Si bien, para invertir en las cajas de ahorros que salgan a cotizar “hay que ser muy prudente y no tomaría posiciones que supusiese una inversión importante, lo haría con un importe residual porque aportan mucho riesgo, y esperaría a ver qué hacen los inversores institucionales”. Aún así, “creo que sí hay que invertir en ellas”.

“Los problemas en el norte de África no ayudan y afectan a los mercados internacionales y, en especial, al de materias primas y el crudo”, dice Blasco.

Los rebotes de las inmobiliarias y constructoras están justificados “porque habían estado muy castigadas y, además, poco a poco, van obteniendo los acuerdos para refinanciar los paquetes de deuda”. Pese a las buenas expectativas, “esperaría para invertir porque esta tendencia vertical va a obligar a los inversores que han tomado posiciones a realizar plusvalías”.

Ante la lluvia de resultados de cotizadas españolas que tendrá lugar esta semana, Blasco comenta que “las cuentas de las financieras han sido muy positivas y ahora los resultados de Repsol serán positivos y también los de Telefónica, éstos últimos creemos que serán espectaculares y batirán todos los pronósticos”. Por su parte, “Iberdrola podría presentar unos resultados menos brillantes en cuento a crecimiento, pero espectaculares en cuanto a cuantía”.

Álvaro Blasco cree que “Portugal lleva muchos años sin crecer y, antes o después tendrá, que pedir ayuda porque no se puede financiar al 7%”. Eso sí, detalla que “pedir rescate no es negativo, lo malo es la indecisión que tiene”.

Pero, cree que “las posibilidades de que la situación de Portugal se contagie a España son muy remotas”. Si bien, afirma que “la economía española todavía tiene un problema con el sector constructor”.

Recomienda que “el inversor tenga mucha prudencia y no se deje llevar por las subidas de los últimos meses, que sólo invierta aquel dinero que realmente pueda llevar en el medio y largo plazo, diversifique la cartera y, en cuanto a valores, Grifols, que por fundamentales es para tenerla en cartera, pero es arriesgada porque la compra de Talecris todavía está por aprobar”.