Paradójico a la par que cierto. Si cualquier transeúnte es cuestionado a través de una alcachofa sobre si se puede vivir con un sueldo de un dólar al año le entraría una risa de duración ilimitada. Acusaría de cachondeo y se iría cabreado, despotricando, además de irritado por la cuestión en sí. Pues bien, por muy rebuscado que pueda parecer, ya no es que se pueda vivir con esa remuneración en nómina, sino que se puede llevar a cabo una vida de lujo absoluto.

Tiene trampa. Efectivamente, no es lo mismo lo que se recibe de una empresa con lo que se gana. Ateniendo como referencia a muchos de los contratos de grandes directivos de las principales compañías que cotizan en la bolsa estadounidense podríamos echarnos las manos a la cabeza y preguntarnos ¿cómo hacen para vivir subidos en el lujo? ¿De qué forma generan sus ganancias?

Obviamente, nos referimos a un selecto club que han tomado la medida simbólica de rebajarse sus emolumentos anuales a un dólar. Tal cual. De entre ellos, el último que ha sido noticia en relación a esta particular práctica ha sido Mark Zuckerberg, fundador y CEO de Facebook. Pero no, no hay que engañarse.

Como es obvio el máximo dirigente de la firma con sede en Silicon Valley no tendrá, ni mucho menos, que pedir limosna para llegar a fin de mes después de tomar esta medida. Esta estrategia tiene como telón de fondo otras ganancias que ha obtenido de forma paralela, de entre las que destaca los 3.300 millones de dólares que recientemente cobró por efectuar determinadas “stock optins”.

Y no sólo eso. El simple hecho de poseer el 426,3 millones de acciones de Facebook, actualmente valoradas en 25.680 millones de dólares y lo que supone aproximadamente el 25% de la compañía, le sitúa como el 22º hombre más rico de todo el planeta. Por tanto, el hecho de que figure con el salario más bajo de toda la empresa no es más que un acto absolutamente simbólico.

Asimismo, no es el primer gran directivo que decide tomar esta medida. Los dos fundadores de Google, Larry Page y Sergey Brin, ya decidieron tomar esta postura desde que la compañía saliera a cotizar en bolsa allá por el año 2004. Sendos dirigentes se rebajaron su retribución anual también a un dólar.

Por el contrario y al igual que en el caso de Zuckerberg, no es nada más que en simple gesto como no podía ser de otra manera. El hecho de que cobren por parte de su empresa esa mínima cantidad no exime que posean grandes fortunas. Ni mucho menos. Los dos en acciones de Google poseen en torno a 20.000 millones de dólares cada uno. Casi nada. De esta manera, la retribución de estos dos peces gordos llegaría igualmente en forma de variables.

Incluso, no son los únicos de la compañía que han generado grandes ingresos para sus bolsillos en forma de incentivos. Un claro ejemplo sería Nikesh Arora, que es el encargado de que se generan el pasado año más de 50.000 millones de dólares en ventas publicitarias. Recibió una retribución por objetivo de más de 46,7 millones de dólares, según informes que publicó la tecnológica.

Esa misma medida también la tomó Elon Musk, CEO de Tesla Motors. La automovilística es de la que mejores actuaciones han tenido en la bolsa neoyorkina y su máximo dirigente decidió rebajarse su sueldo mensual a cambio, también, del cobro de incentivos. Tanto es así que su patrimonio, según datos del 2013, llegó a 7.700 millones de dólares.

Pero esta práctica no es algo novedoso en Estados Unidos. Steve Jobes, Bill Gates o Michael Bloomberg tomaron la determinación en su momento de reducirse sobremanera sus emolumentos. Sin embargo, siempre se les ha reconocido como de entre las fortunas más grandes del mundo. Nóminas bajas, pero patrimonios elevados. Las apariencias engañan.