No se sabe muy bien ni quién lo regula ni cómo nació. El Bitcoin empezó a generar ruido y fuerza allá por el año 2009, cuando un grupo de personas con el pseudónimo de Satoshi Nakamoto llevaron a cabo su idea. Y rápidamente fue cobrando sentido. Cada vez más plataformas aceptaron esta divisa virtual como forma de pago o como un método para realizar transacción.
¿En qué consiste exactamente? Al contrario de lo que sucede con otras monedas como el dólar, el euro, el yen o el franco suizo, no es una divisa al uso. Principalmente porque no hay un estado detrás que regule su circulación. Es decir, no hay ninguna autoridad que lleve a cabo tareas de control. Únicamente los intermediarios son el usuario, internet, y el comerciante. El bitcoin es dinero virtual que se utiliza como forma de pago, P2P (peer to peer)
, a través de internet, aunque en su forma empírica como tal actúa como una “commoditie”, como pudiera ser el oro, el trigo o la sal. (Ver: Bitcoin y la crisis de los tulipanes)
En este sentido, la divisa virtual tiene un precio que, al igual que sucede con la plata, va variando en función del día. Por ejemplo, con respecto al dólar el cambio se encuentra en torno a los 870 dólares por cada bitcoin y en relación al euro alrededor de 630 euros por bitcoin. Por tanto, la evolución del valor comparado con otras divisas es absolutamente similar al que viven las monedas con cualquier materia prima.
Entonces, la cuestión es… ¿cómo se compra un bitcoin y dónde? Poder adquirir esta moneda virtual es sencillo para el usuario. Hay muchas plataformas para poder darse de alta, para después crearse un monedero electrónico. A partir de ese momento, se asigna un identificador único con privacidad absoluta y se puede operar con ese dinero virtual sin ningún inconveniente.
¿Qué se puede hacer con los bitcoins?
Un informe que publica Goldman Sachs explica la cantidad de utilidades que se le puede sacar a esta divisa virtual que, en los últimos meses, ha sufrido una escalada en su precio, puesto que muchos inversores lo han usado como un activo refugio o simplemente como un método de hacer trading. Los expertos de esta entidad financiera detallan que en los últimos doce meses esta divisa virtual ha subido un 3.100%, sin ir más lejos, con respecto al dólar.
Mt. Gox (con sede en Japón ) es el líder del mercado en términos de volumen de comercio, pero otras bolsas han establecido sus operaciones con esta moneda con las estrategias más sofisticadas, como las ventas en corto o las operaciones de margen.
Efectivamente, al ser una moneda que actúa como una “commodite”, una forma de utilización del bitcoin es aprovechar el tipo de cambio con el resto de divisas al hacer un pago electrónico o, simplemente, esperar su evolución para después vender, como con cualquier valor. Así, la evolución de esta moneda virtual ha sido absolutamente alcista en los últimos meses. El volumen de operaciones se ha disparado de forma descomunal. Sin techo que encontrar. Al más puro estilo burbuja para muchos expertos. (Ver: El bitcoin se dispara antes del Black Friday)
Según BitPay, como recogen los expertos de Goldman Sachs, hay cerca de 12.000 millones de bitcoins en circulación, lo que supone una capitalización total de en torno a los 5.000 millones de dólares.
Además, el uso convencional del bitcoin es pagar en determinadas compañías de comercio electrónico que admiten esta divisa como método de pago. Dicho de otra forma, permiten una transacción desde ese monedero virtual para intercambiarlo por determinado producto.
También hay una serie de aplicaciones móviles que permiten transacciones Bitcoin directamente en los teléfonos móviles o en el punto de venta. Sin embargo, su aceptación es muy limitada. Hasta el momento.
Asimismo, la Autoridad Monetaria Europea ha alertado de los peligros que supone el Bitcoin, dado que considera que puede caer con la misma velocidad o más que ha subido.
