MADRID, 27 MAR. (Bolsamania.com/BMS) .-  Banco Sabadell abonará un dividendo bruto por acción de un céntimo en efectivo el tres de abril, y uno complementario de dos céntimos en acciones. Así, Banco Sabadell cumple con la “recomendación” del Banco de España de que el dividendo en efectivo no supere el 25% del beneficio.

Asimismo, el banco modifica el sistema de retribución al consejo, para hacerla independiente del pago de dividendos. Se pretende sustituir el sistema de participación en beneficios por una retribución de máximos. La junta también pide autorización al consejo para realizar ampliaciones y emisiones de deuda porque, como ha explicado en su discurso el presidente, Josep Oliu, “las circunstancias de los mercados en los últimos años y creo que en los próximos también de gran volatilidad e incertidumbre, precisa de la posibilidad de reforzar el capital en momentos de oportunidad como el que se dio en septiembre”.

Oliu espera que en este 2014 se afiance la recuperación económica, aunque ha advertido que su continuidad se enfrenta a una amenaza: unas “bases todavía débiles”. El presidente de Banco Sabadell asume que la velocidad en la recuperación es incierta, y que unas bases más fuertes dependerán de la “mayor disponibilidad de los bancos a la normalización de la actividad crediticia”. Oliu, no obstante, asegura que “no se puede hablar de la ausencia de crédito, sino de falta de apetito por el riesgo tanto de familias como de empresas: “La viabilidad de las empresas representa un límite a la concesión crediticia pero no la disponibilidad de liquidez por parte de los bancos principales del sistema”.

Para Oliu, 2014 seguirá siendo un año “muy complicado” para la banca, por el saneamiento que aún exigirá la “alta morosidad existente”, y por los tests de estrés del Banco Central Europeo (BCE), “riesgo que puede generar a corto plazo algunos episodios de dudas y especulaciones sobre el sistema financiero”. Sabadell afronta estas pruebas, que “marcarán la agenda del sector” este año, con un core capital del 12%.

Como ayer durante la comida con la prensa previa a esta junta, Oliu ha reiterado hoy ante los accionistas que la morosidad sigue constituyendo “el principal drenaje tanto a la rentabilidad del banco como de la del conjunto del sistema” y, aunque el saldo de morosidad “empieza a dar señales de inflexión”, no en vano el punto de inflexión será este año según el ejecutivo catalán, las dotaciones por impago seguirán siendo “importantísimas”, advirtió ayer. Oliu, no obstante, espera que la tendencia de inflexión de la mora siga con la mejora de la coyuntura económica.

Oliu se ha mostrado cauto después de recordar que su último plan estratégico, CREA, que discurrió de 2011 a 2013, no alcanzó los objetivos de rentabilidad debido a la recaída de la economía española; la continuidad de la profunda crisis inmobiliaria; y la necesidad de provisiones. El consejero delegado (CEO), Jaume Guardiola, también ha lamentado que “causas exógenas”, no les haya permitido cumplir con los resultados esperados hasta ahora.

Esto les hizo darse cuenta de que su “carácter fundamentalmente doméstico ha sido un factor de concentración de riesgo importante”, por lo que ahora miran al exterior, aunque no olvidan que tras las muchas adquisiciones e integraciones en España disponen de una competencia activa en la “mayoría” de los mercados domésticos, no en todos.

En este sentido, Oliu ha reiterado aquello de que ellos “han bajado la persiana” y, de hecho, en el almuerzo aseguró que no saben si la subasta de la nacionalizada Catalunya Banc exigirá más ayudas públicas, “porque no la estamos mirando”. No obstante, el presidente de Banco Sabadell reconoce que hay “espacio para un segundo movimiento de reestructuración en el sector en España, aunque no por la inyección de dinero público, sino por movimientos privados”.

En cuanto a esa mirada al exterior, Estados Unidos y México parecen sus primeros destinos. En el primero ya están presentes en Florida. En México, Banco Sabadell trabaja para abrir una Sofom, una sociedad financiera que da créditos pero no capta depósitos. De hecho, el consejero delegado (CEO), Jaume Guardiola, no asistió a la comida previa a la junta ayer porque se encontraba en el país cerrando este proyecto. “Se trata de un primer paso táctico (…) porque la autorización es relativamente rápida”, explicaba Oliu.

M.G.