Habla el experto de la debilidad del crecimiento en muchos países, que estarían pasando factura a las bolsas. No así la expansión monetaria de muchos países europeos. En su opinión “como ha ocurrido en los últimos seis años, el débil crecimiento y el estímulo monetario con el que se ha intentado combatir ha beneficiado a algunos mercados, y ha herido a otros”.


Para
Koesterich, uno de los principales problemas en Estados Unidos es que los consumidores todavía no han empezado a gastar, y han aumentado su nivel de ahorro. Eso es, al menos, lo que traslucen los datos de ventas minoristas, que en marzo subieron apenas un 1,3% en tasa interanual, lo que significa la peor tasa desde 2009.

Y eso a pesar de la subida de los salarios y la caída del precio de los combustibles. A pesar de eso, los americanos están demostrando en esta ocasión un comportamiento más conservador que en ciclos anteriores. La tasa de ahorro de los hogares del país subió en febrero hasta el 5,8%, el porcentaje más elevado desde 2012.

La situación económica mundial, dice Koesterich, tampoco se anima si miramos a China, la segunda economía del mundo. Su PIB del primer trimestre se ha desacelerado hasta el 7%, el ritmo más bajo en seis años.

Explica el director de inversión de BlackRock que en el caso del país asiático, podríamos pensar en positivo, ya que hay una parte del mercado que considera que con estas tasas de crecimiento las autoridades del país se verán obligadas a poner en marcha programas de estímulo, como ha ocurrido en Europa.

Incluso en Estados Unidos, la debilidad del crecimiento global ha llevado a muchos inversores a pensar que una subida de los tipos de interés por parte de la Reserva Federal (FED) no representa un riesgo a corto plazo”, dice Koesterich.

Apunta que el director de inversiones de la firma estadounidense que la semana pasado los tipos cayeron por debajo de los mínimos de abril, al mismo tiempo que se ha reducido la volatilidad de este activo.

“Entre los beneficiarios de este entorno –que son muchos-, aunque no todos, se encuentran las entidades financieras. Con los tipos de interé3s en mínimos y la mayor parte de los bancos centrales estancados en una posición de estímulo permanente, sería no sorprenderá si mejora el beneficio de la grandes entidades”, explica.

Asegura el experto que “es verdad que los bancos tradicionales lo están pasando mal con los bajos tipos de interés y la reducción de los márgenes de interés. Wells Fargo ha publicado que los márgenes de intermediación ha caído un 3% por primera vez en su década”.

“En cualquier caso, las firmas financieras con un mayor número de operaciones financieras y están inmersas en procesos de M&A están notando una mejora de sus beneficios. Los bajos tipos de interés se han traducido en un incremento de las fusiones y adquisiciones y el trading en divisas. Unas actividades típicas de los bancos de inversión”. Asegura el experto que ve un buen ambiente para este sector.

Grandes bancos en EEUU


QUIZÁ LE INTERESE LEER: “Estos son los bancos que necesitan que la FED suba tipos”