Según el Abogado General del TJ de la UE,
las entidades bancarias no tendrían que devolver el total del importe cobrado a partir del 9 de mayo de 2013, pues considera legal limitar el tiempo de nulidad de estas cláusulas y no empezar a contabilizar desde el momento de la firma.

Aunque falta el fallo del Tribunal de Justicia Europeo, que no se conocerá hasta finales de año y no tiene por qué coincidir con la opinión del Abogado General, estas noticias suponen un alivio para la banca, especialmente la mediana, ya que a pesar de no haber cifras oficiales, el Banco de España estima que el montante total podría rondar entre los 5.000 y los 7.600 millones de euros.
 
Una de las entidades más afectadas por el tema de las cláusulas suelo, Liberbank, lidera las compras del mercado español con subidas superiores al 12%. Le siguen Sabadell, con avances del 6,79% y Popular, que se dispara un 4%. Precisamente, un informe de Société Générale apuntaba a que las firmas más afectadas por las cláusulas suelo serían Liberbank, cuyo impacto neto sería del 15% sobre sus recursos propios, Sabadell, con el 10,6%, y Popular, con el 5,6%.

Desde Mirabaud consideran que las provisiones realizadas por los bancos durante estos últimos años ya serían suficientes para hacer frente a las devoluciones  a las que se tienen que enfrentar desde mayo de 2013. De entre las grandes entidades, tan solo Liberbank no había provisionado la cantidad total requerida para hacer frente al abono de las cantidades cobradas (han provisionado 84 millones de euros de los 120 millones que se le exigirían), por lo que la posibilidad de poder limitar la nulidad de las claúsulas supone todo un alivio para el banco presidido por Pedro Manuel Rivero. 

Santander Bankinter no se han visto salpicadas por este problema ya que no comercializaron hipotecas con cláusulas suelo, y Caixabank y Bankia decidieron eliminar previamente las cláusulas suelo, con un impacto que se reflejó en los resultados de 2015.

La decisión del Abogado General del Tribunal de Justicia de la UE podría allanar la salida a bolsa de Unicaja, pues era otra entidad afectada por las cláusulas suelo que estaba pendiente de conocer el impacto en sus cuentas de una posible retroactividad inicial de las cláusulas.