Los posibles daños colaterales de las políticas monetarias comienzan a sentirse. La volatilidad arrancó en los activos financieros japoneses donde el bono japonés se desplomaba de forma conjunta con el Nikkei. El bono a 10 años japonés ha pasado de los 50 puntos básicos a los 90 puntos básicos en unas semanas y es que; ¿Quién quiere bonos a estos tipos si el objetivo de inflación del BoJ es del 2%? El Nikkei se ve castigado pues como bien comentaba el ministro de economía japonés la depreciación acumulada del Yen castiga a la economía por encarecimiento de las importaciones.