El problema aquí es que “estos yacimientos están en manos de los países de la OPEP
que pueden no tener recursos necesarios o porque piensan que una oferta relativamente reducida favorece a sus precios”.

“En esta década vaticino una crisis del petróleo muy fuerte, como la vivida en los años 80-81, salvo que los países que no tenemos petróleo tomemos medidas cerca”, dice Díaz Fernández. Si bien, “el problema ya está, por ejemplo, en España consumimos 540 millones de barriles de petróleo al año y un incremento del precio del barril en 10 dólares supone trasferir un 0,4% del PIB al exterior, lo que demuestra que ya estamos en un momento delicado”.

“Creo que las energías alternativas jugarán un papel importante, pero no antes de 20 ó 30 años y una vez que los desarrollos tecnológicos hagan que sean competitivas, porque actualmente son carísimas”. Por ello, el experto aboga por “un esfuerzo en I+D+I y un estímulo a los vehículos de bajo consumo con exención de impuestos de matriculación y taxímetro”.


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