Esta semana dará a la actividad empresarial de la Eurozona y al mercado laboral estadounidense la oportunidad de reafirmarse en sus últimos y formidables datos.
“Solo el necio confunde valor y precio”, decía Quevedo. Pues parece que ninguno nos libramos de ser, al menos de vez en cuando, un poco necios, ya que la confusión entre ambos conceptos parece ser una inevitable “jugarreta” de nuestra mente.
El lateral desarrollado en los últimos meses permite purgar parte de los excesos acumulados hasta marzo. Nos decantamos por una continuidad en la consolidación y mantenemos la actual composición de cartera.
Hoy hemos conocido los resultados de las primeras encuestas empresariales del mes de mayo en las principales economías de Europa, descubriendo una actividad empresarial en el Viejo Continente que crece hasta máximos de 2000 y 2011.
Esta semana vendrá cargada de importantes referencias en el plano macroeconómico, que nos ayudarán a tomarle el pulso a las principales economías desarrolladas y conocer con mayor acierto el camino que podrán adoptar los principales índices bursátiles.
El IPC de la Eurozona ha marcado un avance del 1,9% interanual en el mes de abril, lo que le sitúa en el objetivo marcado por el Banco Central Europeo, que busca fijar el aumento de precios de la región cercano al 2,0%.
Durante las últimas semanas hemos asistido a una oleada de publicaciones muy positivas a nivel corporativo y macroeconómico en Europa y Estados Unidos, donde los principales datos de actividad empresarial y de confianza del consumidor han mostrado notables avances y mejoras con respecto a fechas anteriores. El inversor, sin embargo, no termina de creérselo y, por el momento, sigue sin sumarse a la fiesta.