Hace tan sólo unos meses Carl Icahn decidía vender una parte de su paquete accionarial en la compañía. Aseguraba que Netflix era una buena compañía, pero que había subido tanto que creía que había llegado el momento de deshacer esa posición. La empresa cotiza ahora mismo en más de 366 dólares y ellos compraron a una media de 58 dólares.
Lo hizo en contra de la opinión de uno de sus hijos que opinaba que la empresa que se dedica al alquiler de vídeos por internet –entre otras cosas- tenía aún recorrido. Parece que, al menos en este caso, la opinión del más joven de los Icahn parece ser la correcta.
La empresa lleva una revalorización de casi un 290% en lo que va de año y sigue contando con el beneplácito de muchos analistas, que siguen viendo posibilidades de crecimiento de beneficio y mejora de las cuentas de la empresa.
Uno de ellos es el analista de RBC Capital Markets, Mark Mahaney, que aseguraba en una reciente entrevista con Bloomberg que la evolución de Netflix será alcista también en 2014.
Eso es lo que indican, además, los indicadores Premium de Estrategias de Inversión, que le dan una nota a la compañía de 8,5 puntos en una escala que va del 0 al 2010. Esto implica que la segunda cotizada que más ha subido en el año seguirá dando alegrías a los inversores, ya que está en fase alcista.
Sólo dos puntos negativos en el futuro de Netflix. Por un lado, el volumen de negociación a medio plazo tiende a ser decreciente. Por otro, la volatilidad a largo plazo podría aumentar.