Considero que la fuerte caída de la semana pasada es una corrección dentro de la tendencia alcista de medio y largo plazo.
La tendencia alcista no ha concluido y la corrección se ha producido por razones técnicas, y por la suspensión de los programas de recompra de acciones.
Una vez que ha desaparecido el elevado grado de complacencia existente, vamos a considerar como escenario más probable que el S&P 500 respete la zona de soporte de los 2.700-2.690.
Los indicadores de momento se encuentran “sobrevendidos” y algunas valoraciones resultan atractivas (ayer el Bank of America publicó resultados mejores de los esperados y, sin embargo, su cotización se dejó el 1,9%).
Estas dos circunstancias deberían favorecer un rebote, pero este rebote puede estar viéndose frenado por la concentración de posiciones abiertas en opciones entre los precios de ejercicio 2.750 y 2.800. El mayor volumen de posiciones abiertas en opciones se encuentra entre los precios de ejercicio 2.750 y 2.800.
El S&P 500 se movió lateralmente durante la sesión de ayer entre 2.776 y 2.740. Y el NASDAQ 100 permaneció dentro de un margen estrecho a pesar de la caída de Apple y Netflix.
El VIX se movió también lateralmente por encima de 20. Y la estructura de la curva de futuros sobre el VIX sigue presentando pendiente negativa. Por lo tanto, es probable que el S&P 500 se dirija de nuevo a la zona de los 2.700-2.690 antes de formar un suelo.
Desde un punto de vista estacional es probable que las bolsas suban tras la celebración de las elecciones de “medio mandato” el próximo 6 de noviembre. Este movimiento podría verse favorecido por la reanudación de las compras amparadas por los programas de recompra de acciones.
Es preciso tener en cuenta además que los meses de noviembre y diciembre son meses estacionalmente alcistas.
Los sectores de Cuidados de Salud e Industrial presentan todavía un aspecto alcista y podrían ser los que lideren ese movimiento alza.
Es cierto que la rentabilidad de los bonos a 10 años y 30 años han superado sus zonas de resistencia. Pues bien, a pesar de ello, el S&P 500 podría subir. Lo único que podría frenar su subida sería un incremento brusco y acelerado de la rentabilidad de los bonos. Vamos a considerar como escenario más probable que la rentabilidad de las notas a 10 años se dirija de una forma lenta hacia la zona 3,5%-4%, mientras se mantenga en esos niveles, las bolsas podrían subir.
Finalmente, en cuanto a las bolsas europeas, estamos viendo como el DAX se está moviendo lateralmente entre 11.400 y 11.700. Es probable que en torno a 11.400 se agote el tramo al alza pero necesitaríamos un rebote más fuerte para asegurar la formación de un suelo en torno a 11.400.
El IBEX abrió ayer la baja, llegó al 8.800 y desde esa zona rebotó, Ahora bien, mientras se mantenga por debajo de 9.110, predisposición bajista a corto plazo.