Los principales índices de Wall Street han logrado cerrar 2020 con importantes subidas. ¿Qué valoración hacen del pasado ejercicio y qué podemos esperar de este recién estrenado 2021?

Carlos Gil: 2020 ha sido un año complicadísimo, porque los mercados financieros han hecho movimientos muy extraños, ocasionados fundamentalmente por la pandemia.  En el crash entre febrero y marzo se produjeron caídas en EEUU de entre el 30% del Nasdaq y un 43% del Russell. Y a partir de de ahí con las medidas desde la FED, hubo importantísimas inyecciones de liquidez que han llevado a los principales índices de EEUU a acabar en positivo e incluso con importantes ganancias. El arrastre vino a través de las empresas de tecnología, porque no solo ponderan en el Nasdaq, también ponderan en el S&P 500. Esto ha producido un efecto de arrastre y ha llevado a los índices de EEUU a alzas mucho más importante que en cualquier otra parte.

En cuanto a qué es lo que puede pasar de cara a 2021, como  la renta fija no da ninguna rentabilidad, todos los fondos mixtos, que combinan renta variable y fija, no tienen una gran opción de inversión si quieren obtener rentabilidad. Lo que es previsible es que, al menos en el primer tramo del año, continúen al alza mientras los balances de los bancos centrales sigan aumentando.

Estamos todavía en el rally de navidad o fin de año, y que va desde los cinco últimos días de cotización del año pasado y los dos primeros de este año. Tenemos una fecha importantísima que es saber que ocurrirá en las elecciones al Senado de EEUU, con los senadores que faltan por elegir. Si equilibran fuerzas, podemos pensar que esto seguirá al alza. Si ganan los demócratas podría haber algunas cesiones y movimientos importantes, pero en principio el consenso es que va a ser un año alcista, incluso se habla de un 10%. Aventurarse a hacer una predicción en bolsa es muy arriesgado porque siempre aparecen circunstancias que distorsionan todo. Pienso que va a ser alcista mientras se mantengan estas circunstancias.

Las bolsas europeas registraron un peor comportamiento que los índices estadounidense en 2020. Muchas gestoras consideran que 2021 puede ser el año en el que la renta variable del viejo continente lo haga mejor que la estadounidense. ¿Cuál es el escenario de partida?

C.G.: En Europa solo el Dax ha conseguido el año en positivo, ha cerrado en zona de máximos históricos, superando los niveles prepandemia. Pero el resto de índices europeos han perdido, fundamentalmente el Ibex 35, que ha sido el más perjudicado de todos por la componente del sector bancario.

Hay un aspecto que está relacionado con  EEUU y es lo que puede hacer el Dow Jones. Si saca una vela clara alcista que rompa los máximos y se sume a la rotura que se ha producido el resto de índices importantes, la expectativa es que continúe. Este año puede ser un año realmente alcista tras la corrección tan importante que hemos tenido. La vela del mes de diciembre no ha sido suficientemente fuerte para que nos dé la confianza. Desde un punto de vista técnico los índices van a continuar al alza.

En Europa la situación es muy diferente. El Dax ha hecho máximos históricos pero el Euro Stoxx se ha quedado muy atrás. Lo que nos deja es una divergencia bajista. Lo más probable es que intente ajustarse. Con lo cual, nos va a dar un periodo de tiempo de ajuste en el que pueden lateralizarse los precios.  En Europa la situación es muy distinta porque no tenemos la componente de esa Fed que inyecta dinero de semejante manera y entonces no hay tanta liquidez. Tampoco tenemos un sector tecnológico realmente importante que esté arrastrando los índices al alza. Ahí encontramos las diferencias que nos hacen  ir retrasados en Europa respecto a EEUU.

El Ibex 35 cerró 2020 con una caída en torno al 15% ¿2021 será el año de la recuperación ¿De qué factores dependerá? ¿Cuáles son vuestras previsiones para este año?

C.G.: Puede que empiece a recuperarse. En el gráfico mensual del Ibex 35 hubo un doble suelo, pero lo importante es que ha sacado desde zona de mínimos una vela mensual muy fuerte que ha roto el máximo previo. En diciembre, se ha tomado un respiro y marcó una figura de dogi, pero yo creo que va a haber una continuidad alcista siempre y cuando el sector bancario acompañe.  En el sector bancario también se ha producido desde zona de mínimos un giro importantísimo al alza, tanto en el SX7R como en el SX7E. Ahora están tomando un descanso pero estos gráficos son realmente alcistas. Arranca el tirón alcista desde la zona de mínimos, con lo cual eso es muy buena señal técnicamente.

Si entramos en detalle en los bancos españoles, BBVA y Santander han hecho lo mismo que el sector. La expectativa es buena, pero va a depender de lo que haga el sector bancario por el peso que tiene en el selectivo. Puede continuar perfectamente al alza, más si el resto de bolsas europeas y EEUU continúan al alza.

¿Dónde encontráis las mayores oportunidades de inversión pensando en los próximos doce meses?

Mónica Triana: Fundamentalmente en cuanto al mercado español, hemos seleccionado tres valores que nos parecen importantes porque, en primer lugar, pertenecen a un sector en crecimiento, el de energías renovables.

En primer lugar, Siemens Gamesa ha tenido un año espectacular. Ha doblado su nivel de cotización. Es un valor que, por la política de la compañía, posiblemente continúe creciendo. Para incorporar un valor en máximos históricos conviene esperar algún posible retroceso. Solaria es otra de las estrellas del año 2020. Desde que comenzó el impulso tras el crash se ha multiplicado más que por cuatro. Es un valor a considerar no solo por su fuerza alcista, también pertenece a un sector interesante en crecimiento. Las ayudas de la UE para luchar contra las consecuencias eco de la pandemia también están ligadas al medio ambiente. Es de suponer que estas compañías continuarán haciéndolo bien. En tercer lugar, hemos seleccionado a Iberdrola, que sufrió bastante con el crash y que aunque no ha duplicado, tiene un gran comportamiento. En línea con las otras, como una gran parte de sus negocio está en el are a delas renovables es previsible que continúe alcista y sigua haciéndolo bien.

Los precios del petróleo se sitúan en torno a los 50 dólares, tras vivir un convulso 2020. ¿Esperáis subidas de esta materia prima de la mano de la recuperación de la demanda ante una vuelta a la normalidad?

M. T.: A principios de año con todo el problema de la pandemia hubo el susto del petróleo, que llegó incluso a cotizar en negativo.  Ya se ha recuperado más del 61,8% de Fibonacci. Ya estaría en un nivel que se utiliza muy poco en los retrocesos de Fibonacci, que es el 74,2% y previsiblemente continúe hacia los 50/55 aunque no se piensa que llegue a corto y medio plazo mucho más allá. Mañana se reúne la OPEP+ y uno de los acuerdos a los que han llegado es que se van a  ir reuniendo mensualmente para ir ajustando los recortes de producción. Primero acordaron 9,7 millones de barriles de recortes, luego lo fueron bajando. Este año, en el primer mes, no es tan grande el recorte de producción. Han aumentado la producción en 500 millones de barriles al día. Hay mucha esperanza. Estamos en el posible inicio de la recuperación económica pero lo cierto es que a pesar de que han empezado las campañas de vacunación en casi todos los países, realmente todavía no se ha reanudado del todo la actividad. Hasta que no se vea que se pierde la incertidumbre, al petróleo le costará. Cuando todo esto, probablemente hacia final del primer trimestre o comienzo del segundo, podemos esperar sobrepasar los niveles que he comentado.

Por el contrario, ¿el oro podría registrar caídas en 2021 precisamente por esa mejora de la situación económica tras la crisis del coronavirus?

M.T.: Podría ser. Durante 2020, aunque no en todo momento actuó como valor refugio, y llegó a cotizar el 3 de agosto en máximos de 2.089, después tuvo un retroceso del que también está casi recuperado. Está luchando con el 50 y el 61,8%.  A corto plazo sí que puede hasta que se inicie realmente la recuperación y se estabilice el tema de la pandemia continuar subiendo y alcanzar los 2000. Pero en el momento en el que todo se estabilice es probable también que haya una cierta caída aunque no se espera, en ningún caso, desplomes bruscos y graves como el que hubo. También hay que considerar que es un activo que en el año ha subido casi un 25%.  Cuando un subyacente ha subido tanto en algún momento tiene que corregir.