Desde la década de 1970, ha habido tres ocasiones en que el Fed mantuvo el tipo de interés de los fondos federales inalterado durante más de un año después de haberlos incrementado en los tres meses anteriores: 2006, 2000 y 1997.
Pues bien, en todo los casos, el siguiiente movimiento de los tipos de interés fue a la baja.
El Dow reaccionó con alzas a la decisión del FOMC pero luego volvió a experimentar las ligeras pérdidas. La rentabilidad de los bonos se desplomó. La rentabilidad de los bonos a 5 añs se situó por debajo del tipo de interés de los fondos federales. La cotización de los bancos reaccionó con descensos.
Y el index dólar experimentó un descenso del 0.5%.
Esos movimentos se produjeron porque la decisión del FOMC fue más moderada de lo esperado por el mercado.
Desde los máximos alcanzados el pasado 19 de marzo, el S&P 500 parece haber iniciado una fase correctiva. Con el giro a la baja que se ha producido al poco de conocerse la decisión del FOMC se han dibujado dos máximos decrecientes. El primer soporte se encuentra en torno al 2.800 y el segundo en 2.760. Por lo tanto, vamos a considerar como escenario más probable un retroceso a la zona comprendida entre ambos niveles.
Este retroceso lo vamos a considerar como algo normal dentro de la tendencia alcista de corto plazo.
Mientras el S&P 500 se mantenga por encima de los 2.690, vamos a mantener una predisposición alcista.
El DAX abrió dejando un hueco a la baja. Por lo tanto, vamos a considerar que se dirija a la zona de los 11.400 donde se encuentra la primera zona de soporte.
En cuanto al IBEX vamos a considerar como escenario más probable un retroceso a la zona de los 9.350.
En todos los casos estamos considerando como escenario más probable un retroceso dentro de una tendencia alcista de corto plazo.