La tendencia de las bolsas a corto plazo sigue siendo alcista a pesar de que los datos macro siguen siendo decepcionantes.
Si nos fijamos exclusivamente en el comportamiento de las bolsas podríamos llegar a la conclusión de que la economía global va a despegar. Sin embargo, los datos macroeconómicos no avalan ese escenario.
La economía de Japón y la de la UE están “zombificadas”.
Los pedidos industriales en Alemania cayeron en febrero un 4,2%, por debajo de lo esperado por el mercado, 0,3%, y tras una caída del 2,1% del mes de enero. En términos anuales, el colapso fue similar al experimentado en la crisis financiera mundial de 2008.
La economía de los EEUU no está todavía “zombificada”, pero debemos tener en cuenta que con la evolución demográfica, el elevado nivel de la deuda estudiantil y con un evidente problema para el pago de las pensiones derivado de la jubilación de los “baby bomers”, y sin descartar la subida de impuestos que llevarían a cabo los demócratas de ganar las próximas elecciones, podemos considerar que seguirá el mismo camino que Japón.
Ahora bien, a nosotros como especuladores nos interesa más el gráfico del S&P 500, sobre todo a corto plazo.
Sin perjuicio de que a muy corto plazo pudiera producirse un retroceso, no debemos olvidar que la tendencia de corto plazo del S&P 500 sigue siendo alcista. Y, por ese motivo, vamos a considerar como escenario más probable que el S&P 500 intente alcanzar la zona de los 3.000 en el segundo trimestre de este año.
Mientras el S&P 500 se mantenga por encima de 2.840-2.820 puntos, consideraremos como escenario más probable que continúe subiendo.
Por lo que hace referencia al DAX y al IBEX 35 no ha habido novedades respecto a mi comentario del pasado martes.