El director de particulares Vida y Pensiones de Caser, Manuel Álvarez, explicó, durante la rueda de prensa de presentación del 'II Observatorio Caser Pensiones España', que el número de personas que ahorran para su jubilación "ha decrecido por la crisis económica que atraviesan las familias", lo que no quiere decir que no estén ahorrando, porque en momentos de crisis la gente ahorra, "pero es un ahorro previsión, no es finalista, sino cortoplacista".

"Estamos descuidando la jubilación", dijo Álvarez, quien apuntó que los españoles justifican que no ahorran porque resulta "imposible" (80,2%). De este grupo, el 85% de los encuestados pone la edad como excusa para no ahorrar, bien porque se considera demasiado joven o bien porque se ve excesivamente viejo, frente al 35,2% que utilizaba este argumento en 2008.


En este marco, el directivo explicó que los encuestados apuntan como razones que imposibilitan el ahorro la inestabilidad laboral, que afecta al 77,2% de este colectivo. Además, "merece una mención especial" que los ciudadanos ven incompatible el pago de una hipoteca con el ahorro para la jubilación, "a pesar de que los tipos de interés son ahora más bajos", a causa de la sensación de inseguridad que está generando la inestabilidad laboral.

Respecto al 34,9% de los encuestados que sí prepara el ahorro para la jubilación, el 82,5% intentará seguir ahorrando la misma cantidad, frente al 7,5% que reconoce que pagará algo menos, y el 10% que cree que no ahorrará nada este año. "Estos datos avalan que en tiempos de crisis se ahorra y que quien tiene un hábito de ahorro lo mantiene", apuntó Álvarez.

En este sentido, Álvarez señaló que las aportaciones "razonables" técnicamente hablando se situarían entre los 1.500 y 3.000 euros anuales, dotación que realiza el 44% de los encuestados, frente a la horquilla de entre 3.000 y 5.000 euros que ahorra el 17% y los más de 5.000 euros que reserva para su jubilación menos del 3% de los ahorradores.

Álvarez también destacó que el 95% de los españoles que ahorra para su jubilación utiliza planes de pensiones. "Al final está bien tener diversas alternativas de previsión social, pero lo que cala en la población es un solo producto", señaló.

El directivo dijo que entre el grupo de los españoles que no ahorra destaca como excusa la confianza en la Seguridad Social, con un 58% de los casos, frente al 45% que había un año atrás.

PERCEPCIÓN NEGATIVA DE LA SEGURIDAD SOCIAL


El estudio de Caser revela que "el 68% de la población (el 70% en 2008) opina que la Seguridad Social bajará fuertemente las prestaciones, e incluso cree que desaparecerán, es decir, que hará quiebra", afirmó Álvarez, quien apuntó que el sentimiento de los ciudadanos es que el organismo pasará una crisis seria. De hecho, de ese porcentaje, uno de cada cuatro encuestados cree que desaparecerá.

"Sabemos que eso no va a ocurrir", indicó Álvarez, ya que "la Seguridad Social debidamente reformada dará pensiones en los próximos 100 años", sentenció. Además, el directivo considera "paradójico" este resultado, ya que el 58% de los encuestados que reconoce que no ahorra dice que es porque confían en la seguridad social.

Álvarez recordó que hay una falta de conocimiento real sobre la Seguridad Social, ya que el 56% de los ciudadanos reconoce no haber leído ni oído nada acerca de los problemas futuros del organismo.

Asimismo, preguntados sobre las consecuencias de una posible reducción de las pensiones públicas, los encuestados piensan que las clases medias y los que no hayan cotizado serán los mayores perjudicados.

En este marco, el 47,2% de quienes ve incierto el futuro de la Seguridad Social a largo plazo estima que el Gobierno debería incentivar el ahorro privado a través de una mejora en la fiscalidad, mientras que el 32,2% cree que la mejor forma es utilizar campañas de concienciación y comunicación. El 20,6% espera que se promueva el ahorro a través de sistemas de previsión vinculados a las empresas.

Respecto al Pacto de Toledo, de cuya reapertura se ha hablado bastante en los últimos meses, el 91% de los españoles reconoce que lo desconoce. De los que sí han oído hablar de él, el 42% considera necesaria su convocatoria, y el 69% tiene una confianza moderada en que tenga éxito.