David Rosenberg, economista jefe y estratega de Gluskin Sheff y Associates, ve paralelismos entre las condiciones financieras de ahora y la que hubo durante la crisis monetaria asiática y la crisis de la deuda rusa de 1997 y 1998. Poco antes de que estallara en Estados Unidos la burbuja de las puntocom.

Tanto entonces como ahora se recogen una serie de condiciones similares "Las dudas sobre el crecimiento de la economía mundial; el aumento de los tipos por defecto en el extranjero; el derrumbamiento de las estructuras políticas, económicas y financieras; un enorme repunte del dólar estadounidense; un colapso en los precios del petróleo y de las materias primas industriales, y un rally espectacular en el mercado de bonos "
, escribe el analista.

Pero la economía y el mercado de valores de Estados Unidos se mantuvieron resoplando por aquel entonces, aunque las acciones sufrieron una fuerte corrección en el verano de 1998. La economía no se enfrentó una recesión hasta 2001, y la renta variable no tocó su techo hasta 2000. Sin embargo, desde su punto de vista esto no sería sino un preludio de una “situación similar”.

Por lo tanto, "puede que la economía estadounidense siga creciendo - y el mercado alcista de la renta variable se mantenga intacto- , mientras el resto del mundo se enfrenta a determinados líos", dice Rosenberg.
"La respuesta es que es así, puesto que tenemos una prueba bastante fehaciente que tuvo lugar, como señalo, hace 15 o 16 años”, avisa.

El índice S&P 500 ha más que se ha triplicado desde marzo de 2009, al mismo tiempo que la economía ha tenido una media de crecimiento del 4,3% en los dos últimos trimestres.

"Estamos pasando por un período tumultuoso en este momento, pero, como era el caso en 1997-1998, no veo los problemas en el extranjero que se traduzcan en una recesión norteamericana, y eso es lo que se necesitaría para convertirme fundamentalmente en bajista", concluye.