Atendiendo a la pasada semana, tenemos datos que dan estabilidad a pesar de que no restan temores inflacionistas a largo plazo, aunque sí a corto. Ahora debemos esperar a los datos de la FED en un escenario de calma en que la gente espera que la bolsa siga subiendo. En el corto plazo, la subida de agosto y la posible incertidumbre pueden hacernos parar o corregir, pero de cara a fin de año las subidas están prácticamente aseguradas.