Así, apuntan que el pasado año, la deuda de los mercados emergentes fue el tipo de renta fija que se vio más impactado por el anuncio del “tapering” de la Reserva Federal. Sin embargo no creen que esta tendencia vaya a continuar con la misma intensidad este ejercicio.

Para Nicolas Forest, Director Global de Fixed Income Management
, “incluso si el tapering aumenta pronto este año, no se prevé una corrección similar a la observada en 2013. El efecto sorpresa ya ha pasado.

De hecho afirma que las fugas de capital de los bonos de los países emergentes vista a lo largo de 2013 ha disminuido de manera importante. Así este experto apunta que “ esperamos incluso el regreso del apetito inversor para este tipo de activos en la segunda mitad de 2014."

En Dexia aseguran que la deuda denominada en dólares americanos en los países emergentes, que cuenta con unas bases más saneadas que la de los países desarrollados, ofrece en la actualidad atractivos niveles de rentabilidad (+ 5,5%) en un entorno de tipos bajos.

No sucedería lo mismo, de acuerdo con estos analistas si se analiza la renta fija de estos países en divisas locales. Y retoman un tema que comienza a ser recurrente entre las diferentes firmas de inversión y análisis; muchos de estos países necesitan concentrarse en reformas.

Así, Forest asegura que “algunos países, como Brasil, Indonesia y Sudáfrica, no han emprendido las reformas necesarias para frenar su peor déficit en cuenta corriente. Las divisas de estos países podrían depreciarse frente al dólar en 2014”

En cualquier caso, también en este sentido el Director Global de Renta Fija de Dexia apunta que “no todas las monedas emergentes son iguales", y recuerda que el impulso económico en México, Polonia y Filipinas, apoyado en una inflación controlada, lleva a un mayor optimismo en su caso que en el de otras divisas.

Esta es la razón por la Por ello, la selección será esencial para los inversores que buscan beneficiarse de un tipo de activo que ofrece una atractiva rentabilidad.

Estos expertos aseguran que este año también podría repuntar el atractivo del mercado de los bonos corporativos. De hecho, explican que tanto la recuperación económica europea, como un sistema financiero mejor regulado, ayudarán a la estabilización de la calidad de los emisores, especialmente en Europa.

En este sentido, Forest apunta que "la inversión en bonos de alto rendimiento en una cartera dinámica de obligaciones sería un elección inteligente". Y afirma que "los factores técnicos deberían beneficiar a este tipo de bonos: la oferta neta – siguiendo a un masivo desapalancamiento corporativo – se mantendrá negativa el próximo año y esto generará un efecto de escasez en el mercado secundario."