Pesan las dudas sobre Credit Suisse ¿estamos ante el nuevo Lehman Europeo? 

Los ejecutivos de Credit Suisse se han pasado todo el fin de semana convenciendo a sus clientes de la viabilidad y la posición de liquidez del banco después de que el pasado viernes  los CDS, que ofrecen protección contra el impago de una empresa, subieran bruscamente hasta niveles no vistos desde 2009 mientras su acciones tocaban un nuevo mínimo histórico. Unas caídas que vienen de tiempo atrás pero que se han acentuado tras las recientes declaraciones del CEO de la entidad, Ulrich Koener. 

Evolución de los CDS a cinco años en Credit Suisse. Fuente: Reuters

Koener, que fue nombrado director ejecutivo a finales de julio, ha tenido que lidiar con la especulación del mercado, salidas de banqueros y dudas sobre el capital mientras busca el camino para sacar a la entidad suiza de los problemas.  «Estamos en el proceso de remodelar Credit Suisse para un futuro sostenible a largo plazo, con un potencial significativo para la creación de valor. Dada la profunda franquicia que tenemos, con un enfoque para servir a algunos de los empresarios más exitosos del mundo, yo estoy seguro de que tenemos lo que se necesita para tener éxito», escribió Koerner recientemente en un memorando que también avisaba del "momento crítico" que atraviesa el banco. La entidad ha señalado además que seguía adelante con su revisión que incluye posibles desinversiones y ventas de activos. 

Koener además advirtió al personal de la entidad sobre la sólida posición de liquidez y base de capital asegurando que enviará una actualización periódica hasta que presente el próximo plan estratégico el próximo 27 de octubre.

Desde KBW creen que la empresa podría necesitar recaudar unos 4000 millones de dólares de capital incluso después de vender algunos activos para financiar cualquier reestructuración o esfuerzos de crecimiento. Como informó Bloomberg, Credit Suisse ha dicho a acreedores, clientes y reguladores en los últimos días que su ratio de capital clave del 13,5 por ciento sugiere que el balance del banco sigue siendo sólido. Y los diferenciales de CDS sobre su deuda, aunque elevados, deben verse en el contexto de una ampliación de los diferenciales de CDS en los mercados mundiales de bonos.

¿Dudas reales o contaminación en el valor de Credit Suisse en bolsa?

Álvaro Climent, analista independiente reconoce que "Credit Suisse está cotizando a valoración distressed de 0,24x valor contable tangible y el precio de los CDS (Credit Defalut Swaps) cerraron el viernes en 250,06, superando niveles no vistos desde la última crisis financiera. Pero no es el único banco de inversión en esas circunstancias. Hay unos cuantos como Deutsche bank cotizando a 0,234x book value, o Credit Agricole a 0,338x o Unicrédito a 0,372x por nombrar algunos. Creo que hay mucha contaminación en el valor de la acción y mucho ruido en torno a la viabilidad del banco de inversión. Sin embargo, el CFO de Credit Suisse ha dedicado el fin de semana a tranquilizar a inversores y accionistas garantizando la solidez del balance y su posición de liquidez. Es cierto, que el banco se enfrenta a una fuerte restructuración interna que se anunciará el 27 de Octubre. Ahí veremos con más claridad hacia donde se dirige la estrategia de CS después de los múltiples escándalos a los que se ha enfrentado". 

Ignacio Cantos, director de inversiones de ATL Capital asegura que "a día de hoy, el gran peligro en Credit Suisse es que se produzca una macro ampliación para volver a capitalizar el banco. Esta se realizaría con un fuerte descuento y la consiguiente pérdida para los accionistas actuales del Banco".

El mercado está valorando el impago de uno de los mayores bancos suizos. Algo posible pero poco probable, dicen algunos analistas, porque ya hemos escuchado en alguna parte eso de que “es demasiado grande para caer".  El domingo por la noche, el Daily Telegraph informó que el Banco de Inglaterra, que tiene muchos de sus propios problemas en este momento, había estado en contacto con los reguladores suizos sobre la posición de Credit Suisse. El periódico informó que el BoE "estaba satisfecho de que no ha habido desarrollos recientes importantes y que la especulación fue impulsada por la declaración del Sr. Koerner".

¿Qué consecuencias tendría una quiebra de Credit Suisse?

Climent reconoce que "la debilidad de uno de los llamados "too big to fail" generaría una tormenta financiera de alto riesgo en todo el mercado. Aunque quiero esperar a escuchar a los altos directivos de Credit Suisse y ver su plan estratégico a futuro, su posición de liquidez y su solvencia. Hay demasiado miedo, en general, en los mercados de deuda y renta variable, así como en los de divisas y eso introduce una volatilidad extrema adicional a la que la situación geopolítica actual nos ha llevado. Es difícil pronosticar qué nos espera en los próximos meses. Pero el panorama no pinta nada bien". 

El experto de atl capital asegura "si se produjera una quiebra tendría consecuencias graves para toda la confianza en el sistema financiero a nivel global. En ese caso sería de gran importancia el proceso de liquidación. Si se realiza de manera ordenada el efecto, en ese caso, en los mercados sería limitado, aunque seguramente los mercados vivirían unos momentos de alta volatilidad que supondrían importantes recortes hasta que se comprobara la solidez del proceso de liquidación". 

Evolución de la acción Credit Suisse (amarillo) frente a su capitalización de mercado (morado). Fuente: Reuters

Evolucion acción Credit Suisse frente a su capitalización de mercado. Fuente: Reuters

La capitalización en el mercado de Credit Suisse se ha reducido a niveles inferiores a los 10.100 millones de dólares, desde los 30.000 millones con los que contaba hace un año. Algo que no es buena noticia, dicen en el mercado, pues podría dejar al valor a tiro de compra por parte de algún otro banco europeo.  El valor a estas horas cede más del 8%, hasta los 3,642 francos suizos. La entidad cede más del 58% desde comienzos del ejercicio. Una caída derivada, en gran parte, del resultado de una serie de heridas autoinfligidas, incluido el colapso de Greensill Capital el año pasado, pérdidas multimillonarias derivadas de la quiebra del fondo de cobertura Archegos Capital y, más recientemente, luchas por vender 4.000 millones de dólares de préstamos relacionados con la compra de capital privado de Citrix.