Estamos en un dilema en general en el que una economía que da ciertos signos de ralentización globalmente, se enfrenta a unas perspectivas de inflación por tensiones en los precios fundamentalmente y al final, estamos en zona de máximos y se produce una toma de beneficios que va más allá de lo que parece razonable. La situación yo creo que no ha cambiado a nivel macro de forma importante. Mientras no perdamos estas zonas de mínimos entre 11.100 y 11.200, no estamos mal. Hay que tener cierta prudencia y tranquilidad y ver lo que hace el mercado.