Parece que el mercado va encontrando su sitio gracias a la disminución de la volatilidad. Los movimientos de los últimos días no muestran un pánico vendedor sino más bien la recogida de beneficios provocada por la incertidumbre, pero los inversores saben que la situación geopolítica actual, alterada por las pruebas de misiles en Corea del Norte, tardará en resolverse, con lo que relegan esto a un segundo plano para valorar la capacidad de las compañías de sumergirse en grandes operaciones corporativas y, además, la gente quiere estar en Bolsa.