
Si hay un sector activo en la búsqueda continua de oportunidades en Europa, ese es el bancario. Ante la petición reiterada de concentraciones que viene marcando desde los últimos tiempos el BCE, en especial en materia transfronteriza, parece que solo Unicredit, de momento, se atreve a ello.
El pasado 9 de mayo se cumplía un año de la presentación formal de la OPA Hostil de BBVA sobre Banco Sabadell que sigue un curso lento y pasando etapas hasta llegar al momento actual en el que el rechazo de la entidad que preside Josep Oliú al considerar lo ofertado insuficiente, y que el mercado además se ha encargado de variar al alza para Sabadell, con la actualidad de la inusual consulta del gobierno para cualquiera que se quiera pronunciar has el visto bueno de la CNMC ante los cambios realizados para la competencia por BBVA.
En medio, dividendos al alza y grandes resultados para ambas entidades, en un tira y afloja que seguirá durante algún tiempo, a la espera de la respuesta del Gobierno y la final de los accionistas del Sabadell.
Más allá de ello, en España las desinversiones las ha protagonizado Banco Santander en Polonia con la mitad de los 7.000 millones que conseguirá de la venta del 49% del capital social de Santander Bank Polska que destinará para acelerar la recompra de acciones por valor de 3.200 millones, y el mercado lo ha leído francamente bien.

Pero no parece que ese sea el camino general. Su consejero delegado, Héctor Grisi, en la presentación de resultados. Ha vuelto a negar que en el Reino Unido sus activos vayan a correr la misma suerte, ni tan siquiera con una desinversión parcial.
En Europa, quien sí se ha postulado abiertamente sobre su interés en comprar, un asunto que sigue siendo uno de los secretos mejor guardados entre la banca hasta que la operación se ha completado es ING.
El pasado mes de febrero, su presidente ejecutivo, Steven van Rijswijk destacaba a Reuters que las fusiones y adquisiciones son una opción en todas partes, siempre y cuando se ajustaran a sus criterios.
Y señalaba, específicamente, la compra de bancos en una búsqueda activa de oportunidades en Europa, con la mirada puesta en Alemania, Italia y también en España.

Pero la latencia es un grado y tras un fuerte ímpetu inicial, es la italiana Unicredit quien mantiene viva sobreCommerzbank en materia de fusiones bancarias transfronterizas. En septiembre pasado, empezó a comprar acciones del banco germano hasta hacerse con el 9% del, no lo olvidemos, el segundo banco más importante en Alemania.
Y el pasado mes de diciembre, Andrea Orcel, el CEO de Unicredit elevó su interés y su porcentaje en el capital hasta el 28% de Commenzbank tanto directa como indirectamente, mientras que la posición actual se coloca en el 29,99%.
Como saben la entidad alemana rechaza totalmente una compra o fusión con la italiana, ante lo que consideran un "proceder inamistoso y no coordinado de Unicredit". Pero el banco transalpino cuenta ya con el visto bueno de la competencia alemana para llegar a esa cota que roza el 30% de su capital desde mediados de abril. Y cuenta además con la aprobación del BCE para la operación.

La idea de Unicredit, no solo es elevar su tamaño y peso en la banca global, sino también ampliar su posición de mercado en el negocio tanto de banca privada como de corporativa en Alemania.
Mientras, Commerzbank acaba de presentar unos resultados impecables, con sus mejores cifras trimestrales desde 2011, tras ganar 834 millones de euros, mientras que los ingresos superaron los 3.070 millones de euros, y crecieron rozando el 12%. Un argumento de peso para seguir manteniendo su independencia. y quiere contar con el respaldo del nuevo gobierno del recién elegido canciller, Friedrich Merz porque el estado alemán controla el 12% de su capital.
Consolidadas y completadas quedan las dos operaciones europeas más importantes del pasado año, ya que en julio de 2024 UBS completaba la compra de Credit Suisse, con caída acontecida tras la debacle de las entidades regionales de EE.UU y sus problemas con la deuda y en el Reino Unido, Nationwide también hizo lo propio con la compra de Virgin Money.

