La creación de apenas 38.000 puestos de trabajo en mayo en Estados Unidos, trae de nuevo el temor de que la economía estadounidense, así como la global, esté más cerca de una recesión que de un crecimiento moderadísimo, como se esperaba hasta ahora.

Si hasta ahora se esperaba que el dato de PIB de Estados Unidos del segundo trimestre viniese a compensar  las malas sensaciones de los tres primeros meses del año, el dato de empleo viene a calmar los ánimos de los más optimistas. Hay que recordar que la segunda estimación del PIB se revisó al alza hasta el 0,8%. Habrá que ver cómo son los números a partir de ahora.

De nada vale que la tasa de paro se haya reducido hasta el 4,7% en Estados Unidos en mayo. Sobre todo porque a pesar de ese pequeño porcentaje, lo cierto es que las subidas salariales están todavía muy por debajo de una situación en la que comienzan a sentirse falta de mano de obra, y se presiona al alza a los salarios. Parece que vuelve a haber una caída de la población activa.

Como explica Cárpatos en su sección, “se sigue creando empleo, pero por debajo de los 100.000, no es de recibo pensar en subidas de tipos de interés este m
es. Este dato no es bueno y no debería apoyar subir los tipos de interés por parte de la Reserva Federal, así que el mercado va estar intentando buscarle las cosquillas al dato para saber si la Reserva Federal puede esperar a julio o simplemente es un dato preocupante que avisan de cierta debilidad económica, lo que sería mucho más preocupante”.

Risk-off
La posibilidad de que la economía no vaya tan bien como se esperaba, ha hecho que los inversores enciendan el piloto automático en la huida y opten por la salida de los activos de riesgo. Así, la opción de que este año no se produzcan subidas de tipos de interés en Estados Unidos antes de finales de año ha provocado una pronunciada caída del dólar.

Al mismo tiempo y casi de forma paralela hemos visto una fuerte reacción al alza del oro que se ha apreciado más de un 2% , para situarse en los entornos de 1.240 dólares la onza. Tal y como puede verse en el siguiente gráfico se trata de una reacción inversamente proporcional.

dólar euro-dolar


La posibilidad de que no se produzca una subida de tipos también ha impactado sobre el bono americano cuya rentabilidad se repliega casi un 5% para situarse en 1,7159%.

bono americano



“El dato de empleo da otro estacazo a los bancos de EEUU en bolsa”