El pasado mes de abril, Coface rebajó la calificación riesgo-país de España desde "A2" con vigilancia negativa hasta "A3" también con vigilancia negativa, tras constatar un deterioro de la solidez media de sus empresas como consecuencia de la crisis de crédito.

El economista jefe de Coface, Yves Zlotowski, explicó en rueda de prensa que se trata de una rebaja de calificación coyuntural, que se ha aplicado a la mayoría de los países industrializados, y que se explica por la recesión global, aunque se mostró convencido de que España "no está condenada" a contar con esta mala nota y volverá a un mejor ránking en cuanto se inicie la recuperación.

Zlotowski recordó además que España mantiene la máxima calificación de Coface (A1) en lo que respecta al clima de negocio, una nota que se rige por criterios estructurales y mide la seguridad jurídica, la protección de los acreedores en caso de impagos y la eficiencia del sistema legal.

El director general adjunto de la compañía en España, Marcelino Moneo, recordó en cualquier caso que aún hay debilidades en la economía española como las "rigideces" de su mercado laboral o los aún elevados retrasos en los procedimientos concursales.

Pese al fuerte aumento de los impagos entre empresas, Moneo señaló que, según los datos de Coface, los datos de abril y mayo han mejorado.

Así, el importe de los impagos -de las empresas a las que asiste esta compañía- se redujo esos dos meses en un 20 por ciento, y Coface espera que el número de impagados empiece a bajar a partir del cuarto trimestre.

Yves Zlotowski cree no obstante que a escala global volverá a haber meses malos, debido a la "limpieza" que está provocando al recesión, o lo que definió como la "selección natural" en la que están desaparecen las empresas peor gestionadas.

Los directivos de Coface ven posible que la recesión global haya tocado fondo, aunque tienen sus dudas sobre si se están produciendo ya "brotes verdes" en la economía que apunten hacia la recuperación.

Zlotowski calcula que este año habrá una caída económica global del 1,6 por ciento, y en 2010 serán las economías emergentes las que antes se recuperen, con un crecimiento del 5 por ciento en su conjunto que podría ser de hasta el doble en países clave como China, aunque los industrializados sólo crecerán el 0,5 por ciento.

En España, la crisis empezó a notarse antes y acabará después, debido al fuerte ajuste inmobiliario y los problemas de acceso al crédito, aunque Marcelino Moneo subrayó factores positivos como los bajos tipos de interés y la caída de los precios de consumo, así como el aumento del ahorro y, en definitiva, de la renta disponible, que pueden ayudar que se empiece a recuperar el consumo.

En su opinión, será precisamente el consumo la variable macroeconómica que antes empezará a mejorar, y que empujará al resto de la economía española -mayores ventas, más actividad e inversión- hacia la recuperación española, que será "lenta".

En cualquier caso, según Yves Zlotowski esta recesión mundial la ha provocado una "gran crisis de confianza" y de "pánico" entre las empresas que las ha hecho parar "de golpe" sus intercambios comerciales y ha acelerado la caída y por eso es posible que, cuando al confianza se recupere, la vuelta al crecimiento también sea rápida.

Si esto ocurre los intercambios comerciales volverán a la normalidad, y sólo episodios graves como una quiebra en Europa al estilo de la de General Motors en Estados Unidos podrían impedirlo, añadió.