Una de cada cinco familias de españoles posee una vivienda en calidad de segunda residencia. En la mayoría de los casos dichas viviendas están destinadas al disfrute personal o a la inversión.La principal causa que mueve a los españoles a invertir en otra casa aparte de la residencia familiar es la de encontrar un lugar de escape, por lo que suelen ubicarse cerca de la ciudad de residencia habitual, pero en un entorno más tranquilo.Las raíces personales hacen que muchos se resistan a tener un lugar de residencia en el pueblo o la ciudad de dónde proceden. El atractivo de la costa y la playa se sitúa en el tercer lugar entre las causas que llevan a los españoles a invertir en una segunda vivienda. En cuarto lugar encontramos la realización de deportes como el esquí o el golf, los cuales requieren desplazarse fuera de la ciudad de residencia.España duplica a la media de la Unión Europea en número de segundas residencias por habitantes y parece que la tendencia continuará en la misma dirección a medida que la renta de las familias continúe escalando posiciones, según pronostica la Fundación de Cajas de Ahorros (Funcas).