Las bolsas europeas abren a la baja con muchos inversores otra vez pendientes de la marcha de la pandemia en países como Alemania o Francia, donde los casos están repuntando nuevamente. Aunque no se espera que las autoridades vuelvan a adoptar las medidas “draconianas” del pasado, no se descarta que se vuelva a hablar de restricciones, algo que volvería a penalizar en bolsa a sectores como el de ocio y turismo.
Las dudas mostradas por los inversores en las principales plazas europeas durante la sesión “entendemos que están relacionadas con el repunte en algunos países de los casos de Covid-19, principalmente entre los ciudadanos no vacunados, y con el temor a que las autoridades vuelvan a implementar restricciones, algo que sería muy negativo para una recuperación económica que ya de por sí está dando síntomas de agotamiento, lastrada por la alta inflación y por los problemas en las cadenas de suministros a los que se están enfrentando muchas empresas”, reconocen los expertos de Link Securities.
De hecho, el economista jefe del Banco Central Europeo, Philip Lane, declaró el lunes que sería contraproducente endurecer la política monetaria para moderar el actual brote de inflación en la zona del euro, reiterando en gran medida la postura reciente del banco. Con una tasa de inflación anual que superó el 4% el mes pasado, lo que supone más del doble del objetivo del BCE del 2%, la presión sobre el banco ha aumentado para que abandone su política monetaria flexible, y los mercados ya dan por buena una subida de tipos el año que viene. Sin embargo, Lane sostiene que la inflación está impulsada por factores transitorios y que la política monetaria del BCE no es eficaz para atajar el rápido crecimiento de los precios en la actualidad, sobre todo porque es probable que se desvanezca por sí sola. "Un endurecimiento brusco de la política monetaria hoy no reduciría las elevadas tasas de inflación actuales, sino que serviría para ralentizar la economía y reducir el empleo durante los próximos dos años y, por tanto, para reducir la presión inflacionista a medio plazo", dijo en un discurso.
Los índices de Wall Street cierran con subidas. El Dow Jones se anota un 0,29%, hasta los 34.642 puntos. El S&P 500 cerró plano sobre los 4.701 puntos mientras que el Nasdaq cerró en los 15.982 puntos tras subir un 0,07%. Destacaron las subidas del Russell 200 que, al ritmo del 0.12%, cerró en los 2.440 puntos.
Y es que la aprobación, el viernes, por la Casa de Representantes (cámara baja del Congreso de los EEUU) del plan de infraestructuras físicas que, con apoyo de ambos partidos, había sido ya aprobado en el Senado con anterioridad, tuvo un significativo impacto en el comportamiento sectorial de la renta variable occidental, con los valores relacionados con los materiales, con las materias primas minerales, con la energía y con la construcción destacando por su mejor comportamiento relativo durante la sesión.
En Asia, el Nikkei cierra con una penalización del 0,75%, sobre los 29.285 puntos. El índice de Shanghai cierra con avances de dos décimas, que le llevan a los 3.507 puntos. El Hang Seng cotiza plano sobre los 15.506 puntos. El Kospi de Seúl avanza ligeramente sobre los 2.962 puntos mientras que el SZSE Component se coloca a la cabeza con avances del 0,3%, hasta los 14.564 enteros.
A nivel macro se ha conocido esta mañana la Balanza comercial del mes de septiembre en Alemania, donde las exportaciones cayeron un 0,7% con respecto al mes anterior en términos desestacionalizados, hasta los 112.300 millones de euros (129.750 millones de dólares), frente a la ausencia de cambios en los volúmenes que esperaban los economistas. Las importaciones aumentaron un 0,1%, hasta los 99.200 millones de euros, lo que supone un aumento inferior al 0,6% previsto por los analistas. donde además se publicará el ZEW que muestra las condiciones actuales del mercado. En EEUU, a las 14.30 horas, se publicarán los Precios a la Producción (PPI) del mes de octubre. Índice que se estima vuelva a repuntar, tanto en términos mensuales como interanuales, desde los ya elevados niveles alcanzados en los meses precedentes. Un dato “peor” de lo esperado, que confirme que las presiones inflacionistas en las cadenas de producción estadounidenses no sólo no amainan, si no que van a más, podría provocar una nueva caída de los precios de los bonos, el repunte de sus rendimientos y cierta tensión en los mercados de renta variable occidentales.