La publicación de las actas de la FED aumentan las probabilidades de que finalmente los miembros de la autoridad monetaria se decanten por la subida de los tipos de interés.
“Las actas de la reunión de la FED en abril publicadas ayer, pusieron de manifiesto la intención de subir tipos en cuanto puedan, dejando la puerta abierta a dilatar la decisión si la situación internacional empeora, misma coletilla desde verano. Hasta el martes el mercado descontaba una subida de tipos para Junio con el 11% de probabilidad, a pesar de haber tenido 9 gobernadores de la FED desde la semana pasada haciendo declaraciones indicando que el mercado estaba infravalorando actuaciones del Banco Central. A cierre de ayer la probabilidad subió hasta el 32% de subida en Junio y al 60% en Septiembre, de modo que todavía queda ajuste hasta que se ponga en precio, en cualquier caso con el Brexit a finales de Junio, es más probable que esperen a Juli
o”, explica Ricardo Gil, portfolio Manager de TREA.
En este sentido, algunos expertos como ?Laurent Ducoin, director de Renta Variable Europea de Amundi, “creo que la FED tiene razón porque la inflación va a sorprender al mercado. Es el momento adecuado para subir los tipos”, señala.
La mejora de los datos de actividad económica en el segundo trimestre, unido a la dilución de la bajada de precio que sufrieron las materias primas en el segundo semestre de 2016, provocará un repunte al alza de los índices de precios hasta situarse las tasas de inflación en niveles cercanos del 2% que se marca como objetivo la Reserva Federal.
Según señala el analista Michael Hewson, analista jefe en CMC Markets, una hipotética subida de tipos “provocaría que la curva de tipos sea menos plana de lo que es ahora, algo que contribuiría a mejorar la situación de las entidades financieras”.
La posibilidad de que la Reserva Federal marque el ritmo en lo referente al camino hacia la normalización monetaria ha sido bien acogida por las entidades financieras durante la mañana. En el Eurostoxx 50 sólo Deutsche Bank e Intesa San Paolo, con subidas superiores al 2%.
Sin embargo, los bancos estadounidenses tras la apertura de sesión en Wall Street han tomado el camino de las ventas. Y todo a pesar de que una hipotética subida de tipos podría aliviar la situación de un sector que se ha visto fuertemente lastrado por el actual entorno de tipos bajos. Sin ir más lejos, la relajación en el ritmo de subida de tipos de la Reserva Federal ha provocado que las siete principales bancos estadounidenses hayan perdido valor en lo que va de año.
La más afectada es Morgan Stanley, que se deja un 15%, seguida de Bank of America, que pierde un 13% y de Citigroup, que se deja un 11%. JP Morgan cae un 3% en lo que va de año, mientras que Bank of New York se mantiene prácticamente plano.
Un dato que podría indicar que los títulos de las compañías del sector se encuentran en estos momentos infravaloradas es el hecho de que el PER del S&P 500 es de 16,5 veces, cifra que tan solo supera Goldman Sachs (18,1 veces). En el caso de Citigroup, esta ratio se sitúa en solo 9,2 veces. (Ver: Radiografía de los bancos de EEUU a la espera de la subida de tipos).
Sin embargo, los efectos de una posible subida de tipos de interés no se han hecho notar en el eurodólar, que cotiza en el nivel de los 1,12 dólares en el que lleva estancado los dos últimos meses.
Según Gil, “ los efectos en los mercados, apreciación del dólar, bajada de materias primas y bajada de bonos y activos de riesgo. La duda ahora como es ver como mueven el resto de los bancos centrales. Por ello la reunión del G7 este fin de semana es importante para saber si la calma en la que se han sumido los mercados desde Febrero se mantiene (no hay nuevas devaluaciones competitivas) y es posible la subida de tipos o volvemos a la segunda mitad del 2015 y se retrasan nuevamente. De modo que esperamos volatilidad, siendo la evolución del remimbi y las divisas emergentes los indicadores para saber hasta qué punto la calma de los últimos meses es mantenible”.
Con todo, el hecho de que la próxima reunión de la FED tenga lugar el día 15 de junio, apenas una semana antes del referéndum de permanencia en la Unión Europea que se celebrará en Reino Unido el próximo 23 de junio, arma de argumentos a aquellos que consideran que finalmente no se producirá la subida de tipos en el mes de junio.