Gran número de visitantes pese a la crisis

Este año la navidad ha llegado mucho antes de lo esperado. A las luces y escaparates navideños se une el temporal de frío y el manto blanco que han dejado las últimas nevadas, todo un escenario idóneo para explotar al máximo las estaciones de esquí. Sin embargo, esta temporada juega con un factor en contra: la crisis económica que atraviesa el país y como asegura la Confederación de de Consumidores y Usuarios (CECU), “las vacaciones y las actividades de ocio son lo primero que se sacrifica en momentos económicamente delicados”. Y es que, el esquí no es precisamente un deporte barato. Si tenemos en cuenta que la estancia media en este tipo de instalaciones es de tres días, debemos cargar a la cuenta alrededor de 149 euros por persona, en el mejor de los casos, a lo que hay que sumar, si no se tiene la equipación adecuada, cerca de 18 euros de alquiler persona y día. Todo un gasto que puede mermar el ánimo de muchos que en otras ocasiones sí hayan pasado parte de sus vacaciones practicando este tipo de deporte. Sin embargo, por el momento no parece que haya descendido significativamente el número de visitantes ya que, como explica Paloma García, directora de la Asociación Turística de Estaciones de Esquí y de Montaña (ATUDEM), “
aunque este año pueda haber alguna diferencia respecto a años anteriores, por ahora el número de esquiadores registrado es favorable gracias a la llegada temprana de la nieve”. Por lo que, por el momento, es pronto para vaticinar el impacto real de la crisis.

El cambio climático cambia las formas de ocio

Si en la temporada pasada era difícil encontrar una estación de esquí a pleno rendimiento para las navidades, este año el manto blanco ya cubre gran parte de las pistas españolas. Sin embargo, los centros de esquí no dejan de ser ajenos a los efectos del cambio climático. De hecho, el año pasado se registraron los niveles de nieve más bajos en toda Europa lo que se tradujo, sólo en España, en un 30% menos de turistas. Aunque este año, todo parece indicar que el clima estará a favor, las estaciones de esquí ya vienen trabajando desde hace varios años por mejorar la calidad y acondicionamiento de sus centros. Desde ATUDEM señalan que el gasto en inversión en este sector es constante y ronda los 120 millones de euros “centrados en aportar la última tecnología, en fomentar la utilización de nieve producida y en crear nuevos servicios tanto en invierno como en verano”. Es por ello que las reacciones no se han hecho esperar y muchas constructoras ya miran a este sector como un nuevo negocio. Frente a las estaciones de esquí con nieve producida ubicadas, cada vez más, con grandes complejos hoteleros y comerciales, se une la posibilidad y en muchos casos, la necesidad, de aprovechar estos espacios para las vacaciones de verano. Paloma García, señala algunas de las actividades en las que la reconversión de las pistas hace hincapié: actividades acuáticas, golf, hípica, aulas de naturaleza, incluso, fomento de las costumbres, la gastronomía e historia de los pueblos y valles donde están ubicadas las Estaciones.

Calidad sin salir de España

Pese a que en nuestro país la tradición de los deportes de invierno no ha tenido tanta presencia como en el resto de Europa, cada vez son más los que prefieren la calidad y la cercanía de nuestras pistas. Si bien es cierto que no se puede hacer una comparativa ya que se trata de mercados diferentes, desde ATUDEM aseguran que en nuestro país se viene cumpliendo con el compromiso de calidad en todas las estaciones y queda reflejado en ser el sector que portencualmente más certificados con la “Q de calidad Turística” ha recibido por el conjunto de servicios que engloban. Atendiendo a este criterio, entre las estaciones que mejor calidad-precio ofrecen se encuentran Boi Taül Resort, en el pirineo leridano, donde es posible hospedarse desde 140 euros ó Baqueira Beret, con donde el precio medio ronda los 200 euros para una estancia de 5 días.