Las expectativas que tenían los inversores sobre las nuevas medidas aplicadas por el Banco Central Europeo fueron colmadas por completo con la decisión de rebajar los tipos de interés básico, de depósito y marginal, así como por el lanzamiento de TLTRO el aumento del QE tanto en volumen (se incrementan en 20.000 millones las compras mensuales) como por alcance (se incluye la compra de bonos corporativos no financieros con grado de inversión).

“En enero Draghi se comprometió a hacer una reforma profunda de su política monetaria. Las decisiones tomadas han cumplido e incluso superado las expectativas que generó en la reunión de hace dos meses.
La rebaja de tipos ha sido ligera, pero ha incluido los tres tipos de interés”, señala María Camarasa Arroyo, experta de Treasury Sales de Caixabank.



Aunque para Camarasa el elemento más novedoso es el anuncio del nuevo programa de financiación bancaria a largo plazo. “El BCE pretende que el crédito fluya en la economía real y anime por fin la actividad económica. Asegurando la financiación barata a largo plazo a los bancos espera que sean estos los que hagan fluir el crédito en la economía real, animando el moderado crecimiento en Europa y consiguiendo el rebote de la inflación” resalta.

Pero, incluso más relevante que las medidas, lo son los mensajes que ha deslizado Mario Draghi y que avanzan las líneas maestras por las que discurrirá la política monetaria. En ese sentido, María Camarasa señala fundamentalmente dos: la primera, en el comunicado, donde se especifica que los tipos actuales se mantendrán en negativo durante bastante tiempo; la segunda la rueda de prensa, en las que Draghi señaló que no prevé bajadas adicionales de tipos en las circunstancias actuales.

 “Llevamos casi un año con el euro/dólar en un rango 1,05 / 1,15. Las medidas de Draghi deberían ser lo suficientemente fuertes para dar el impulso necesario y conseguir salir por fin de este rango” reconoce, y añade que “de aquí en adelante tanto las nuevas medidas aplicadas por Draghi como la evolución del euro/dólar dependerán fundamentalmente de la inflación”.