Así, mientras el sector privado destruyó 717.300 empleos temporales, el público creó 53.100 puestos de trabajo de esta naturaleza, lo que se tradujo en una reducción de la tasa de temporalidad de 3,8 puntos en el sector privado y en un repunte de ocho décimas en el público.

Según este informe, la disminución de la temporalidad en las empresas privadas es consecuencia de su reacción positiva al proceso de transformación de contratos temporales a indefinidos, y de la reducción de empleo, sobre todo temporal, que está llevando aparejada la crisis económica.

Por el contrario, la temporalidad en el sector público va en aumento porque no reacciona a las conversiones de contratos temporales a fijos y porque se está elevando la temporalidad no causal dentro de la administración, situación que está afectando especialmente a las mujeres.

De hecho, la tasa de temporalidad femenina del sector público (31,9%) ya supera a la del sector privado (29,9%) y su tendencia es además ascendente. Entre los hombres, pasa lo opuesto. La tasa de temporalidad masculina del sector privado (27,1%) sobrepasa en casi 7,6 puntos la que tienen en el público (19,5%).

MADRID Y LA RIOJA, TASAS MÁS BAJAS EN SECTOR PÚBLICO.

Analizando la duración de los contratos, el informe destaca que mientras que el 26,7% de los asalariados del sector público tienen un contrato superior al año, en las empresas privadas este porcentaje baja hasta el 12,3%. Además, un tercio de los asalariados (33,1%) del sector privado cuenta con un contrato inferior a seis meses, frente al 22,6% en el caso del sector público.

Por grupos de edad, el colectivo más perjudicado sigue siendo el de los jóvenes. Así, los menores de 30 años representan un tercio de los asalariados temporales del sector público y su tasa de temporalidad alcanza el 64,9%. En el sector privado tampoco se aprecia un panorama más favorable, pues los jóvenes con contrato temporal suponen el 42,3% del total de trabajadores temporales, situándose su tasa de temporalidad en el 45,5%.

Por comunidades autónomas, el informe de Agett y Ceprede muestra que Madrid, con un 17,2%, y La Rioja, con un 20,5%, son las regiones con la menor tasa de temporalidad en el sector público, frente a Extremadura que, con un 38,9%, se sitúa en el puesto de cabeza.

En el sector privado, las menores tasas de temporalidad corresponden a Cataluña (18,9%) y La Rioja (21,2%) y las mayores a Andalucía (41,8%), Murcia (31,8%) y Extremadura (37,6%).

En Navarra y País Vasco, la temporalidad en el sector público supera ampliamente a la del privado, en 8,8 puntos y 10,5 puntos, respectivamente, mientras que en Andalucía y Murcia es el revés: la privada sobrepasa a la pública en 14 y 9,1 puntos, respectivamente.