JP Morgan AM espera un repunte en el crecimiento global, tanto para EEUU, como para la Eurozona así como para China. El matiz entre las tres zonas estriba en la duración de los estímulos económicos implementados por el impacto del covid.
En concreto, en el caso de China, “tiene sentido que se vayan retirando las medidas monetarias de manera gradual. Es importante que sea así porque la recuperación, al ser desigual, provocaría un impacto mayor en el sector servicios y de pequeños empresarios si se aplicase una subida de tipos más agresiva”, explica Lucía Gutiérrez-Mellado, directora de Estrategia de JP Morgan para España y Portugal.
En cuanto a la inflación, aseguran que un repunte en el corto plazo no representaría un problema para los bancos centrales por dos motivos. En primer lugar, por el efecto base, es decir, hace un año las economías estaban paralizadas y, en el entorno de este año, es lógica una subida de la inflación. Por otro lado, a medida que se reabren las economías, la subida de la inflación es una consecuencia del aumento de la demanda.
“En EEUU es posible que toque niveles del 3% aunque la cifra volverá a descender. En este sentido, de cara a finales de 2021, el efecto base tendrá menor impacto y la inflación volverá al entorno, algo superior, del 2%”, pronostican desde JP Morgan AM.
En cuanto a China, el nivel también se sitúa en torno al 3% y no creen que se rebase ese porcentaje. En este sentido, “los bancos centrales no tendrían que implementar medidas más restrictivas”, comentan.
Con este contexto de crecimiento económico y algo más de inflación, desde JP Morgan plantean una cuestión: ¿Qué pueden hacer los bancos? Desde la gestora de activos lo tienen claro. Llevar a cabo políticas monetarias muy relajadas, sobre todo en mercados desarrollados.
Durante la reunión celebrada en agosto, la Reserva Federal reconoció que aceptaría periodos de inflación del 2% y que actuarían con datos reales y no con perspectivas. “La Fed está cómoda con que la inflación esté por encima del 2% y no tiene prisa en empezar a retirar medidas de estímulo”, señalan.
En esta línea, si las perspectivas de crecimiento se materializan, a finales de año se podría ver que de cara al año que viene anunciarían la retirada del programa de expansión cuantitativa, retirando las compras de bonos de deuda pública, en primer lugar. “Después del tapering, la Fed empezaría a subir los tipos a partir de la segunda mitad del año 2023”.
Posicionamiento de las carteras
Apuestan por activos de riesgo. "La renta variable lo debería hacer bien, pero para que este escenario se materialice tenemos que ver crecimiento de beneficios", explican.
A nivel nacional, en renta fija el perfil de inversor en España es muy conservador, lo cual implica que la mayoría están siendo muy impactados por el repunte de las tires que “pensamos que pueden continuar subiendo en este escenario de crecimiento económico”, advierte Lucía Gutiérrez-Mellado.
En el caso de JP Morgan AM, se ha reducido la duración en cartera, fundamentalmente en EEUU ante la subida de las tires. “En renta fija preferimos crédito y algo de renta fija emergente”, matizan.
Renta variable
En cuanto a renta variable, se está asistiendo a una expansión de múltiplos, es decir, una subida que no ha venido acompañado de un crecimiento de beneficios. En este sentido, en JP Morgan AM consideran que “deberíamos ver que dicho crecimiento ayude a las ratios de PER para mejorar de forma significativa”.
En concreto, la firma espera un fuerte repunte en renta variable del 30% que contrasta con la caída del 13% del año pasado. Piensan que los sectores más beneficiados este año serán los más perjudicados durante el 2020, como el financiero, el industrial, el energético y, en menor medida, el de materiales.
A nivel regional, la recuperación será global, por lo que en JP Morgan tienen exposición a distintas regiones. No descartan periodos de volatilidad debido a las dudas acerca de qué nivel aguantará la renta variable con la subida de las tires. Además, también está en el foco la subida de impuestos en EEUU y el impacto que esto tendrá en las compañías. No obstante, apuestan por el buen comportamiento de la renta variable debido al aumento de beneficios.
La duda podría ser sobre si le queda margen al sector value. Para ello, cuentan desde JP Morgan AM, han equilibrado las carteras. En el último ciclo, han estado sesgadas al sector crecimiento y expuestas al sector tecnológico. “Ahora hemos equilibrado, reduciendo la exposición al sector crecimiento y comprando sectores expuestos al ciclo económico y al sector value". “En este entorno, las carteras están neutras”, añaden.
En cuanto a la rotación value-cíclicos, explican, la estrategia de posicionamiento en sus fondos multiactivos consiste en añadir ciclo y value a la cartera, comprando Europa. “El índice europeo tiene más sesgo value. En EEUU preferimos compañías de pequeña capitalización ya que tienen más exposición al consumo doméstico”.
Con respecto al papel de los bonos gubernamentales en cartera, la gestora reconoce que, aunque cualquier cartera tiene que tener peso en renta fija de gobierno, en su caso es menor que en otro entorno de mercados. “Después de valorar en términos absolutos y relativos, miramos la rentabilidad por dividendo frente a la tir de la renta fija, por lo que seguimos apostando por renta variable”.
En línea con la opinión general de analistas y gestores, JP Morgan AM no tiene perspectivas de que el BCE anuncie algo novedoso o agresivo y no contempla una estimación de subida de tipos para Europa. Está en otra situación diferente a la Fed y en Europa la recuperación es más lenta, por lo que, como hasta ahora, seguirá alargando los programas de compras y aplicando una política monetaria muy relajada, sostiene la directora de Estrategia de la firma.