Iberdrola presenta unos excelentes indicadores, entre los que hay un sólo dato en rojo. Así, se encuentra inmersa en una directriz alcista. Se espera que la cotización mantenga esa tendencia en el medio y largo plazo.
Para el medio plazo, su volumen apunta a creciente, aunque a largo apunta a todo lo contrario. La volatilidad es decreciente en ambas escalas de tiempo.
El valor se encuentra en un momento total, rápido y lento, positivo. Tanto en el rango diario como en el semanal ha demostrado mejor comportamiento que el Ibex 35. Registró su último cierre en 4,481 euros.