Hablando únicamente de números, WhatsApp cuenta con 55 empleados, 450 millones de usuarios, un tráfico diario de 50.000 millones de mensajes, 1 millón de personas se descarga diariamente la aplicación y una estimación de facturación de 1.000 millones de dólares
. Es por ello, que muchos expertos califican de desmedida esta operación ya que ha supone un desembolso de 19 veces la facturación anual de la aplicación.

De estos 19.000 millones de dólares (13.800 millones de euros), 4.000 millones serían en efectivo, 3.000 millones en títulos restringidos para los fundadores y empleados de WhatsApp, y los 12.000 millones restantes mediante acciones.

Facebook ha recalcado que seguirá sin haber publicidad en WhatsApp, por lo que de antemano parece una operación para obtener un claro posicionamiento en el nicho de mercado de mensajería instantánea y se enmarcaría en la senda para que Facebook se convierta en una compañía de telefonía móvil.

La red social de Mark Zuckerberg estaba perdiendo adeptos en el público joven, con esta operación sería un modo de retomar el contacto con este segmento de mercado. También hay resaltar lo que supone en términos de información, ya que mientras que Google conoce nuestra ubicación y nuestros intereses por las búsquedas realizadas, Facebook tendría la mayor base de datos con la información personal, formada por lo que hablamos y los temas mencionados, para así realizar un estudio y mostrar el contenido publicitario más ceñido a nuestros intereses.

Por último mencionar que aunque WhatsApp cuenta con el efecto red, la aplicación Telegram se ofrece como una fuerte alternativa WhatsApp gracias a la privacidad que ofrece en sus mensajes cifrados y la posibilidad de compartir un número ilimitado de fotos, vídeos y archivos.

Ante este escenario… ¿Supone la compra de WhatsApp una buena operación para Facebook?, ¿Es a largo plazo una pieza clave para la conversión de la red social en un operador telefónico?

"Estas son las cuestiones y en vuestras manos quedan las resoluciones"