Hace un par de semanas hablábamos del ascenso vertiginoso que estaba proliferando en el euríbor a cuenta, no solo de la subida en cuantía de los tipos de interés, sino del mantenimiento en el tiempo de esa tendencia. La lucha contra la inflación es lo primero, decía el pasado jueves la presidenta del BCE Christine Lagarde, tras elevar los tipos en la eurozona en 50 puntos básicos a pesar de la situación de unos mercados, que, en el caso español, han visto esfumarse de la capitalización de los bancos 25.000 millones de euros nada menos.
Pero esas caídas profundas, también han mermado ese ascenso del euríbor hasta rozar el 4% que estaba ya acariciando el pasado 9 de marzo el principal indicador para calcular las hipotecas en España. Hablamos de un euríbor, de ida y vuelta, que ya frenaba la escalada continua el viernes 10 con los problemas que llegaban de los bancos regionales de Estados Unidos. Esa parada, se convertía, el martes pasado, en una caída a plomo del indicador, hasta rozar el 3,51% diario, un nivel que no marcaba el indicador desde el pasado mes.
En ese modo montaña rusa, hemos visto como llegaba el jueves, en una nueva caída hasta niveles del 3,359%, el más bajo hasta entonces a 12 meses en un día, con diferencia, en lo que va de mes para volver a repuntar en un nuevo viernes negro, hasta el 3,38%. Todo ello rebaja en la semana la media mensual hasta el 3,754%.
Y es que, tras cerrar un febrero con una media del 3,534%, para un indicador que marcaba una progresión geométrica que se ha saldado con un aumento que roza el 3,87% en el último año. En la traducción al dinero que le cuesta a un hipotecado medio, tras esos catorce meses de subida ininterrumpida del indicador desde niveles negativos, desde abril de 2022, hablamos de unos 2.300 euros al mes, para una hipoteca a 25 años, con diferencial de un punto y un capital solicitado en el préstamo de 100.000 euros.
Aunque lo cierto es que ese alto en el camino no ha quebrado una tendencia alcista que ya marca, en estos primeros quince días del mes, una media del 3,824%, a pesar de haber quebrado ligeramente el ascenso. Y es que no nos olvidemos que, de lo que hablamos es de una media anual, que sigue subiendo a pesar de los vaivenes y la volatilidad.
Además, tras la subida de tipos de 50 puntos básicos en la eurozona, que dejan el tipo rector del BCE en el 3,5%, lo normal es que el euríbor retome esa senda alcista, que romperá las previsiones estimadas para el 4% en todo el año, y solo en los primeros meses del ejercicio, algo en lo que coinciden buena parte de los analistas hipotecarios.
Porque desde el BCE no se esconde que la fortaleza de la inflación prima, y se seguirán subiendo los tipos de interés entre los 19 países de la moneda única para combatirla.
Y ahí radica ahora mismo el quiz de la cuestión: hasta que nivel de subida puede llegar el Banco Central Europeo para controlar la inflación con los tipos a lo largo del año, sin acabar impactando fuertemente en la economía, cuyos efectos inmediatos vemos en el euríbor y, por tanto, en la estrangulación del poder adquisitivo de las familias, ya más que mermado con una inflación, que, por ejemplo, encarece al 16% el precio de los alimentos, el gasto diario más común en los hogares.
Desde Fotocasa, se indica, en su último informe, destacan que el porcentaje del incremento interanual de la cuota de la hipoteca ascendería al 48% si el euríbor alcanzase el 4% durante este año, algo cada vez más cercano.
Eso supondría in desembolso mensual que oscilaría, dependiendo de la cuantía del préstamo de entre 260 y 610 euros mensuales, lo que implicaría un incremento en un año que oscilaría entre los 3100 euros y los 7.300 más al año. Y destacan, además desde Fotocasa, que, por cada punto de incremento del euríbor, la hipoteca se encarece en 1.000 euros al año.