El euríbor, la principal referencia española para calcular el precio de las hipotecas, sigue subiendo a pasos agigantados en nuestro país. Enero no ha frenado ni mucho menos su ascenso y aunque, todavía no ha cerrado el mes y no conocemos con exactitud la media de todas las sesiones hasta que se determine, tras el cierre y la evolución de mañana martes, hasta el pasado viernes, la media alcanza el 3,329%, es decir un 0’,311% más que al terminar el pasado ejercicio.
Si ya se determinaba como muy significativo el hecho de que el euríbor superara la cota psicológica del 3%, mucho más lo es la progresión que, desde el minuto uno de este nuevo año está reportando; subidas que, en ningún caso, en los índices diarios, baja del 3,30%, el mínimo registrado en un día por el indicador el pasado 19 de enero.
Una progresión, que parece de nunca acabar y que no se ha parado ni un milímetro en este inicio de 2023. Además, la comparativa le saldrá ampliamente cara a aquellos que tengan que revisar su hipoteca en este mes de enero: porque tendrán que partir desde el negativo 0,477% marcado como mínimo del pasado ejercicio. De ahí que, para una hipoteca media-baja, de 100.000 euros, la subida en un año supere los 2.000 euros de media para todo el ejercicio en sus pagos para amortizar el crédito para la compra de una vivienda.
Suma y sigue que los expertos indican, de forma generalizada, que podría seguir subiendo hasta el 4% en el presente ejercicio. Si en principio, antes sobre todo de diciembre, el 3,5% era una cota que tenían en mente, la progresión que está llevando de forma vertical el indicador colocan como más que estimable esta cota. Entre los que apuestan por ese porcentaje se encuentran Bankinter y también Asufin, la Asociación de Usuarios financieros.
Aunque desde la AEB, la Asociación Española de Banca consideran una cota que podría colocarse entre el 4 y 4,5%, porque se han acelerado en 2022 las compras de vivienda para evitar esa subida del euríbor vertical. Consideran que los tipos del BCE podrían llegar al 3 o al 3,5%. Así, estiman que la progresión en el mercado hipotecario, con compraventa de viviendas con 21 meses de subidas generalizadas se desacelerará, al encarecerse el crédito.
Y esto no solo modifica la cuantía a pagar por el mismo préstamo contratado, que es una carga adicional para las familias ya acuciadas por la inflación, especialmente por la referida a la que más afecta al coste diario, la de la alimentación. También cambia la dinámica del mercado hipotecario.
Y es que las hipotecas a tipo fijo ya casi han desaparecido del imaginario colectivo al resultar ampliamente caras. Pero las que ganan terreno son las hipotecas mixtas. Según los datos recogidos por iAhorro, las firmadas en diciembre ya han representado más de un tercio del total de los préstamos hipotecarios dentro de su plataforma, casi un 36%.
Como saben, este tipo de créditos para la compra de una vivienda parten de un periodo inicial en el que se abona un tipo de interés fijo y luego pasa a contabilizar como variable. Una mezcla de lo mejor de los dos préstamos, ya que, como indicábamos, las fijas se han convertido en prohibitivas y las variables puras, tras la subida progresiva del Euríbor, ofrecen una mayor incertidumbre y pagos constantes al alza cada revisión con las nuevas subidas.